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Para cuidar a los capitalinos el Gobierno local tiene instaladas 15 mil 310 cámaras, pero 811 tienen algún desperfecto, según datos entregados vía transparencia.
Las fallas van desde errores en el enlace de comunicación, falta de botón o que la batería no sirve; las catalogan como en “mantenimiento correctivo”. “Sabemos que ya están fallando, pero están a la espera de un componente que ya es obsoleto”, explica Andrés Argüelles, director de tecnología del C5.
A estas se le suman 6 mil 500 que ya cumplieron su periodo de vida útil y que ya no vigilan como en 2009, año en el que fueron instaladas.
“Se podría decir que son obsoletas”, dice Argüelles. Cambiarlas no es fácil, pues muchas ya no están ni siquiera en el mercado. Al final, esto resulta en que 48% de las cámaras que vigilan la capital tienen algún tipo de desgaste o falla.
Las calles de la colonia Xalpa, en la alcaldía de Iztapalapa, son escenario constante de robos a transeúnte. El hombre que firmó la carta asegura que ya reportaron más de un vez la falta de los botones de emergencia en las cámaras y aun así las autoridades no han hecho caso de las denuncias.
Estas cámaras “administran” el delito, pero no lo frenan. “El sistema del C5 es una herramienta que brinda información y con estos datos se debería generar un diagnóstico y políticas públicas”, asegura Alejandro Corzo, coordinador del Observatorio Nacional Ciudadano.
Alcaldías más vulnerables
Hasta agosto de 2018, de las 811 cámaras que tenían reporte de algún tipo de falla, 55% se ubican en sólo cuatro alcaldías de la capital.
Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Álvaro Obregón, juntan 444 aparatos en “mantenimiento correctivo”. El primer lugar lo ocupa Cuauhtémoc, lugar en donde una de cada 10 cámaras tiene algún elemento que ya es inservible.
En 2009 llegó a la capital el programa Ciudad Segura con el objetivo de prevenir y alertar a las autoridades sobre cualquier situación de riesgo o actos delictivos.
“Este sistema está integrado por una cámara que generalmente tiene un botón de auxilio y altavoces. Pero estos elementos están expuestos a cuestiones climatológicas; accidentes de tránsito o actos de vandalismo como el corte del enlace de datos o incluso disparos con arma de fuego, lo cual deja a las autoridades con una visión menor”, explica Argüelles.
La alcaldía de Cuauhtémoc es la tercera con más cámaras de seguridad: un total de mil 640 aparatos se distribuyen en sus 32.4 kilómetros cuadrados, pero una de cada 10, es decir, 178, tiene algún tipo de desperfecto. Iztapalapa, alcaldía con la quinta tasa más alta de delitos por cada 100 mil habitantes, es la que cuenta con más vigilancia: 2 mil 293 cámaras. De estas, 100 no funcionan en su totalidad.
Para identificar estas fallas, las autoridades se guían principalmente de los reportes ciudadanos. Estos por lo general van en el sentido de si se escuchan los altavoces o los que llegan a oprimir el botón de emergencia y no obtienen ninguna respuesta. La parte de la imagen es muy complicado que llegue como parte de una queja ciudadana, asegura el director de tecnología del C5.
Este sistema de vigilancia tiene además 12 mil 354 altavoces, de los cuales 17 no funcionan y 832 están obsoletos. También hay 10 mil 74 botones de auxilio, esto quiere decir que dos de cada tres cámaras cuentan con uno. Pero de estos también se tiene el registro de 706 con fallas, de acuerdo con datos del C5.
El tiempo de respuesta para componer cámaras, botones o altavoces puede ir desde las dos hasta 16 horas, pero cuando son aparatos que ya superaron el tiempo de vida útil, la reparación puede tardar meses.
Desgaste y falta de presupuesto
Actualmente, hay 6 mil 500 cámaras que ya cumplieron su tiempo de vida útil, es decir, llevan más de cinco años de vida, pero siguen en operación. Estos aparatos fueron parte de las 8 mil que se instalaron durante la primera etapa del proyecto de Ciudad Segura en 2009.
“Obviamente sufren un desgaste y cuando llegan a descomponerse se les hace una reparación, pero en un periodo ya más corto, vuelven a fallar”, dice Argüelles.
Su desgaste va de la mano de los años que llevan en operación y que son equipos electrónicos que funcionan las 24 horas del día. Desecharlas requiere todo un proceso.
No es solamente cambiar las cámaras, es instalar todo un nuevo sistema de gestor de video y eso no es barato, explica el director del C5.
Y aunque cuando se inauguró este sistema fue descrito por Marcelo Ebrard como “el más completo del mundo y comparable a la ciudad de Seúl”, es sólo una parte de lo que se requiere para disminuir la inseguridad en la CDMX. “Donde hay cámaras hay menos actos delictivos; pero lo que se está generando es una migración de las actividades delictivas”, explica Emilio Daniel Cunjama, investigador del Inacipe.
La instalación tiene que ir de la mano de un sistema en el que también se tenga personal de monitoreo permanente que te permita reaccionar de manera inmediata ante un delito, asegura la organización Observatorio Nacional Ciudadano.