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Naucalpan, Edoméx.-
Conducir un microbús, ser mujer y madre, no ha sido fácil para María Luisa. Ella es una de las únicas 300 mujeres conductoras de unidades del transporte público del Estado de México, quienes representan menos del 1% de los 280 mil choferes mexiquenses.
Como madre de familia María Luisa Torres, tuvo que aprender a dar calidad de atención a su hijo, más que cantidad, porque empieza a conducir un microbús a las 6 de la mañana y termina casi al anochecer luego de jornada de más de doce horas al día.
“Mi hijo tenía seis años cuando yo empecé a manejar, no podía acompañarme porque mi atención debe estar en el conducir el microbús y atender al pasaje”, por lo que el tiempo para su hijo se redujo prácticamente a las noche y a su día de descanso, que es cuando la unidad no circula, afirmó Luisa.
Sin prestaciones laborales como seguro social, vacaciones pagadas, aguinaldo o utilidades, ella ha manejado un pequeño camión durante 13 años, tiempo en el que además ha aprendido a conocer su unidad, a detectar cuando algo no está bien en el motor, los frenos o en la suspensión.
No obstante afirmó que ama su trabajo. "Me gusta manejar un microbús, por eso sigo haciéndolo" y además, dijo, lo hace con gusto y dedicación.
En el Estado de México hay un padrón de 168 mil unidades de transporte público de pasajeros, que son conducidas por 280 mil choferes, de los cuales sólo 300 son mujeres, es decir ellas no representan ni el 1% de los que conducen camiones, microbuses, camionetas de pasajeros y taxis.
“Se les hace extraño ver a una mujer manejando esta unidad, pero ni mis compañeros me hacen menos, ni me faltan al respeto, porque como los tratas te tratan”, tanto al pasaje como a los otros chóferes, afirmó la conductora.
María Luisa marca diferencia al conducir de forma tranquila su unidad, pasando con suavidad la serie de topes que predominan en la avenida 16 de Septiembre, esquivando baches, cuidando la incorporación de su microbús a vías primarias como Periférico Norte, con una atención cortés a los pasajeros, cuidando que suban y bajen en zonas seguras.
Transitar entre el Estado de México y la Ciudad de México, es la especialidad de María Luisa, quien todos los días recorre el trayecto del Metro Tacuba a Valle Dorado, pasando por nudos viales, baches, zonas industriales y comerciales, y recorre Periférico Norte desde Naucalpan hasta Tlalnepantla; regresando por Vista Hermosa, avenida Santa Mónica Puente de Vigas, El Rosario y avenida Aquiles Serdán, en un microbús de la Ruta 17 Metropolitana, que tiene un trayecto de alta incidencia delictiva, en el que los maleantes, hasta cierto punto la han respetado, pues no ha vivido un episodio grave de asalto.
TRANSPORTE ROSA CASI INEXISTENTE
La inseguridad que está en todos lados, especialmente en el transporte y en el trayecto del Estado de México “donde hay más asaltos” y las mujeres temen ser víctimas de delincuentes, amas de casa, estudiantes, oficinistas, obreras y profesionistas y adultas mayores, van con miedo de que en cualquier momento pueden subir a robar, por lo que el transporte rosa, es una buena opción, porque en esta zona no existe, señaló Luisa.
En el Estado de México prácticamente sólo hay 21 unidades de mexibús, es decir de transporte masivo, bajo la modalidad de transporte rosa, sólo para mujeres, que recorren derroteros que van por la vía López Portillo cruzan Tlalnepantla, Tultitlán , Coacalco y Ecatepec hasta el Metro Indios Verdes; así como en el Valle de Toluca , informaron autoridades de la Secretaría de Movilidad.
Por ello “yo levanto la mano, quiero conducir un transporte rosa”, afirmó María Luisa, transporte que es urgente en Periférico Norte y en avenidas metropolitanas como Gustavo Baz, Lomas Verdes, Primero de Mayo y Conscripto parar llegar a Huixquilucan, e incluso para unir municipios del Valle de México con el Valle de Toluca.
