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Después de dos años del 19-S, la vida de Diego Arcos, quién rescató a dos mujeres del edificio Álvaro Obregón 286, en la colonia Roma, no ha sido la misma, ya que ahora es director del agrupamiento de motocicletas de la Cruz Roja Mexicana y un ejemplo para su hija, quien también quiere ser rescatista.
Entrevistado por EL UNIVERSAL, detalló que las imágenes de los rescates y aquellas personas que pudieron ser salvadas lo persiguen, por lo que fue a terapia, y aunque afirma estar mejor, en ocasiones siente que el temblor “fue ayer”.
“El sismo [del 19-S] demostró que somos un país muy unido; en ese entonces trabajamos en pro de todos para sacar a las personas de los escombros. En ese sentido, cuando nosotros como rescatistas entrabamos en los edificios, había una zona limpia y del otro lado escombros y en medio llegaban las personas que les faltaba nada para poder sobrevivir, hubo muchos casos”, dijo.
Aclaró que el movimiento telúrico no fue un “trampolín” para crecer en la institución, sino la experiencia que obtuvo del acontecimiento, ya que ahora es director de motocicletas en la delegación de la Cruz Roja de la Ciudad de México, es decir, está a cargo de una cuadrilla de 10 vehículos que son el primer contacto con la ciudadanía en caso de una emergencia.
Diego Arcos recordó que poco después del 19 de septiembre de 2017 su hija, que hoy tienen nueve años, entró como voluntaria al equipo de Juventud, de la institución de la Cruz Roja, para algún día poder ser rescatista como su papá.
“Mi hija me ha dicho: ‘Papá, eres mi héroe’. Tenemos un vínculo muy fuerte y creo que eso es parte de ser y ayudar a la gente, que tú experiencia ayude a salvar vidas, a ser mejores personas, por esas cosas seguiré en esto. Mi carrera aún sigue e incluso cuando empecé a los 12 años dije algún día quiero ser presidente de [Cruz] Roja”, externó.
El rescatista explicó que los capitalinos cambiaron la forma de ver los temblores, ya que saben que es una responsabilidad seguir protocolos de simulacros y no bromear al respecto, pues cada uno tiene su propia versión de lo que vivieron en 1985 y 2017, que aunque están separados por 34 años, refiere, han marcado a diversas generaciones.
En el taller de las ambulancias, el rescatista de la Cruz Roja comentó que aquel 19-S se encontraba en su día de descanso, pero debido al hecho extraordinario, tomó su moto y comenzó a manejar hasta llegar a Álvaro Obregón 286.
“Aún tengo contacto con Paty Acevedo, a quien rescate. Hemos hablado y ella está agradecida, igual yo. Mientras con Ivonne la relación es más hermética, pero hemos tenido contacto”. Recordó que EL UNIVERSAL, a 10 días del 19-S, documentó que se reencontró con Paty en un momento emotivo en el que ella aseguró que las palabras de aliento de Diego le dieron fuerza para salir del derrumbe del edificio.
El paramédico y director del agrupamiento de motocicletas de la Cruz Roja Mexicana realizó una autocrítica en la que reconoció que aún le falta mayor capacitación a sus 26 años de trayectoria, pero que no se detendrá hasta lograr sus metas una de ella ser presidente en dos delegaciones de la Cruz Roja del Estado de México.
Recordó que ante un sismo la institución se encuentra en coordinación con el C5 de la Ciudad de México ya que éste les solicita el estado de cada una de las ambulancias y que si bien anteriormente había colaboración, ahora es mayor.
“Nuestra intención es ayudar a la ciudadanía en todos los aspectos, no sólo en tiempo de paz, en servicios ordinarios, sino en desastres mayores” externó el rescatista.