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La procuraduría capitalina busca desmantelar a una banda de presuntos secuestradores exprés que aparentemente operan desde el Reclusorio Oriente y son señalados como los responsables de privar de la libertad a jóvenes en las delegaciones Iztapalapa, Coyoacán y Tlalpan; para intimidar a sus víctimas, se presentan como integrantes del Cártel de Tláhuac.
Estos delincuentes se han especializado en amedrentar a parejas que acuden a moteles de paso en las demarcaciones mencionadas. Una vez que identifican a las víctimas con la habitación asignada, éstas reciben una llamada en el cuarto del hotel, en la que les advierten que “hay hombres armados” afuera esperando a que salgan y les exigen desde 100 mil a 200 mil pesos para no hacerles daño.
El hecho más reciente se registró el martes pasado en el motel Villas de las Torres, ubicado sobre la calle Andrés Molina Enríquez de la colonia San Andrés Tetepilco, en Iztapalapa, donde dos parejas estuvieron “secuestradas” por cuatro horas. A las cuatro personas, el supuesto Cártel de Tláhuac les dijo que si salían, las iban a matar.
Según la carpeta de investigación en poder de la Fiscalía Antisecuestro (FAS) de la procuraduría capitalina, una de las parejas era de origen colombiano y estaban en la habitación 104, mientras que las otras víctimas eran jóvenes de apenas 20 años, mexicanos que rentaron la habitación 106.
A las dos parejas les pedían 200 mil pesos; sin embargo, una de ellas no se dejó intimidar y pidió ayuda policiaca a través de su teléfono celular, pues los administradores del motel Villa Las Torres no los apoyó, mientras que los colombianos huyeron del lugar, con el argumento de que no querían conflictos con la ley en este país.
Cuando se presentaron los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, las víctimas confirmaron que, aparentemente, se trató de un secuestro ficticio, ya que afuera de su habitación y del hotel no había personas armadas, por lo que decidieron proceder legalmente, y también se interrogó a los empleados del motel por no dar el apoyo.
Sin embargo, los trabajadores dijeron desconocer los hechos y que sólo habían transferido una llamada telefónica que pedían que se transfiriera a las habitaciones 104 y 106. Al respecto, se dio a conocer que las llamadas del presunto secuestro se realizaron desde el interior del Reclusorio Oriente.
Ahí, a decir de las primeras indagatorias, opera una banda que se dedica a realizar “secuestros virtuales” y extorsión, pues el mismo número es indagado desde febrero de 2017 y aunque aún no hay ningún detenido ni se ha identificado al o los presuntos responsables, ya se ha detectado el modus operandi.