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La aparición de los llamados “justicieros” y los linchamientos, cada vez más frecuentes, son la forma que encontró la población para defenderse ante la inacción de las autoridades encargadas de la seguridad y la implementación de la justicia en el Estado de México, advirtió Arturo Argente Villarreal, director de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del ITESM Monterrey Campus Toluca.
Para frenar esta ola creciente entre la sociedad, consideró urgente recuperar la confianza de la población en las instituciones, pero parece imposible después de que el Consejo de la Judicatura federal admitió que hubo corrupción de los aspirantes a jueces.
Destacó que el sistema de justicia estatal está secuestrado por intereses políticos, un refugio de pago de favores, “cuántos magistrados en el Estado de México ocupan esos cargos sin tener carrera judicial comprobable”.