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La Secretaría de Seguridad Publica logró la detención de dos presuntos sicarios pertenecientes al Cártel de Tláhuac, esto luego de un trabajo de inteligencia que realizaron elementos del Estado Mayor de la corporación, quienes les seguían la pista, pues son señalados por las autoridades como los principales generadores de violencia en el sur de la ciudad.
Ya que los detenidos identificados como Alfonso “N” alias El Poncho y Josué “N”, se disputaban contra el Cártel de los Rodolfos los puntos de venta de droga al menudeo en las delegaciones Tláhuac, Xochimilco, Coyoacán, Iztapalapa, Tlalpan, así como Ciudad Universitaria y el corredor que logró establecer Felipe de Jesús Pérez Luna, alias El Ojos en todo el corredor del Valle de Chalco.
La detención se dio en las inmediaciones de la delegación Xochimilco, según la policía capitalina fueron interceptados cuando circulaban a abordo de una camioneta Ford Explorer. No opusieron resistencia, pero advirtieron que su captura traería consecuencias, sin embargo, los uniformados continuaron con el operativo donde se les encontró 52 bolsas con mariguana y un arma calibre 9 milímetros.
Los imputados fueron trasladados bajo un fuerte dispositivo de seguridad desde la avenida Muyuguarda y Prolongación División del Norte en la colonia Paseos del Sur, hasta el búnker de la procuraduría capitalina, ahí se dio a conocer que apenas en febrero fueron detenidos por el delito de narcomenudeo, pero sólo estuvieron presos un mes.
Alfonso “N” alias El Poncho y Josué “N” aparecen en los expedientes de la procuraduría capitalina como presuntos sicarios del Cártel de Tláhuac. Trabajaban junto con Miguel Ángel Pérez El Micky, hijo de El Ojos, actualmente recluido en un penal de máxima seguridad. Después se pusieron al servicio de Felipillo, el hijo menor de quien fuera el capo principal del Cártel de Tláhuac.
Son señalados como los principales generadores de violencia en la zona sur de la Ciudad, al sostener una guerra con el Cártel de los Rodolfos asentados en Xochimilco, batalla que ha dejado una estela de muerte, se les imputan al menos cinco ejecuciones en los tres primeros meses del año.
