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Toluca, Méx.— Iliana Morales cuenta con una estancia infantil en la capital mexiquense, que a raíz del desabasto de combustible, hace un par de semanas, abrió sus puertas de forma gratuita para ayudar a los padres que no tienen dónde o con quién dejar a sus hijos mientras esperan para cargar gasolina y hacen fila hasta por siete u ocho horas.
En este lugar hay taller de pintura, de música, baile, de emociones y actividades para fomentar el aprendizaje; el funcionamiento de la estancia es vespertino, lo que resulta benéfico para quienes van a cargar gasolina, y la mayor presencia de niños es a partir de las 13:30 horas.
Explicó que el objetivo fue fomentar la solidaridad entre la ciudadanía porque, al ser mamá soltera, sabe lo complejo que es tener niños encerrados por más de dos horas en un automóvil, y por ello decidió abrir las puertas de su negocio, sin costo y para todo aquel que requiera un sitio seguro donde entretener a sus pequeños a lo largo de un día.
La escuela Happy Kids se encuentra en la colonia Federal, en la ciudad de Toluca, alrededor hay cuatro estaciones de servicio, donde todas las filas de espera siguen siendo largas, por lo que la educadora se solidarizó con los padres de familia y colocó anuncios en las páginas de Facebook, para que la gente conozca el servicio.
“Hasta el momento llegaron más niños entre semana a partir de las 15:00 horas en adelante y los sábados por la tarde, por ejemplo las 13:30 o 16:00 horas. Creo que son los horarios donde hay más gente esperando, los momentos en que hay tiempo para irse a formar”, explicó la directora de la estancia infantil.
Para poder ingresar al servicio primero deben presentarse los padres, el objetivo es que conozcan el lugar, saber algunos detalles sobre los niños y tras breve entrevista podrán utilizar las instalaciones por el tiempo que sea necesario, porque la propietaria reconoció que a veces la espera se alarga.
Agregó que cuenta con un servicio de juegos didácticos, un área para realizar la tarea, asesoría para los menores, además de un comedor donde pueden acceder a un refrigerio o la comida y cena, de ser necesario, situación que pactan con los padres al llegar al lugar.
“Soy madre y he estado en este tipo de situaciones que nos ponen en jaque, porque los niños están desesperados y las mamás o papás nos llegamos a enojar con ellos. Me puse en el lugar de todos y decidí ampliar mis servicios para ellos. De hecho tengo varias gasolinerías alrededor y al ser mi paso hacia el trabajo, vi a los papás estresados, los niños ya todos chapeados, de modo que pensé en brindar ayuda”, contó Iliana.
Dijo que la respuesta fue inmediata, porque colocó el mensaje en las redes sociales, sobre todo grupos de mujeres que tienen todo tipo de negocios y, para su sorpresa, “hubo mucho interés”.
“Me sorprende porque no es fácil, en estos tiempos, que la gente confíe y deje a sus niños en un sitio que no conoce. La gente es desconfiada y por eso la invitación es para que conozcan las instalaciones, platicar, que acordemos los horarios y saber qué tanto van a esperar para cargar gasolina”, detalló.
Refirió que puede recibir menores de los cinco a los 12 años de edad, además de que parte del servicio incluye convenios con algunas escuelas para transporte público, es decir, va por ellos al centro educativo, los lleva a la estancia, les da de comer y les asesora para hacer la tarea, aunque si los interesados quieren este tipo de atención, ya es otro tipo de acuerdo.
La especialista en Ciencias de la Educación dijo: “Vamos a seguir abiertos (...), aquí estamos para quien lo necesite”.