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El primer día del despliegue del programa Barrio Adentro fue difícil para las autoridades capitalinas en algunas vecindades de la colonia Guerrero, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Aunque varios de los vecinos recibieron y hasta se congratularon con la acción del gobierno emprendida tras el asesinato de Héctor y Alan Yair, de 14 y 12 años, respectivamente, en algunos domicilios no les abrieron la puerta a los brigadistas.
Uno de los momentos más complicados para las autoridades fue justamente en la vecindad marcada con el número 11 de Pensador Mexicano, la misma donde residían los dos adolescentes asesinados y desmembrados. Allí, los vecinos salieron entre gritos para pedir que se retiraran el subsecretario de Gobierno, Arturo Medina, y la coordinadora General del Centro Histórico, Dunia Ludlow.
“Queremos que la jefa de Gobierno [Claudia Sheinbaum], de verdad, como lo dijo en cadena nacional, se disculpe con los familiares de las víctimas; yo conozco a los niños del barrio (...) nos criminalizan por ser indígenas, nosotros conocemos la historia [de los menores mazahuas desmembrados] no los de allá afuera”, exigió una vecina.
“Venimos a ayudarlos”, refirió Arturo Medina; sin embargo, los habitantes rechazaron el acceso de los funcionarios. “¿Quién les dijo que entraran?”, gritaron. Luego, tras un segundo intento, los funcionarios fueron recibidos por Sergio, representante de la comunidad mazahua.
Los vecinos acusaron que se les estigmatiza como vendedores de droga, cuando nadie en la vecindad se dedica a eso.
Añadieron que fue la misma jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien estigmatizó a las víctimas, al señalar que su asesinato estaba relacionado con un tema de drogas.
Fuentes del Gobierno capitalino refirieron que las madres de Héctor y Alan, posterior al desencuentro que se suscitó en la vecindad, se pusieron en contacto para comentar que sí aceptaban los programas que acercaron las autoridades locales para la atención de los 20 niños mazahuas que viven en el número 11 de Pensador Mexicano, los cuales se dedican al comercio en el primer cuadro de la Ciudad.
El inicio del programa Barrio Adentro fue dado a conocer por la jefa de Gobierno, y la mañana de este viernes funcionarios y trabajadores se congregaron sobre la calle Riva Palacio para después distribuirse en brigadas sobre Santa Veracruz, Callejón de San Juan de Dios, 2 de Abril y Pensador Mexicano.
El recorrido de los brigadistas comenzó desde temprana hora. Luego de que en las primeras vecindades de la calle Riva Palacio, las personas no salieron cuando les tocaban las puertas de sus hogares. Las brigadas pudieron ingresar a los números 26 y 27 de la misma calle.
Los espacios eran muy reducidos y pocas personas se podían ver en las áreas comunes.
Algunos vecinos asomaban sus cabezas desde sus casas para observar a los trabajadores de chaleco verde circular por sus espacios, preguntar si tenían niños, si había un familiar sin empleo, esto con el objetivo de poder registrarlos en los diferentes programas sociales.
Al ingresar a cada una de las vecindades, los ladridos de los perros no cesaban, detectaban a gente extraña que deambulaba rápido por los pasillos, tocaba las puertas de las casas y tomaba el registro de las personas que habitaban, principalmente si había menores de edad.
Uno de los programas de mayor recibimiento fue el del Instituto de la Juventud (Injuve), quienes otorgarán 3 mil pesos mensuales a los jóvenes, además de trabajos temporales.
Barrio Adentro se espera que recorra las calles, no sólo de la Guerrero, sino del Centro Histórico, en donde se concentra la mayor vulnerabilidad de las personas, además estas inspecciones se harán por las noches.