Cuautitlán, Méx.- La casa prehispánica de Juan Diego en “El Cerrito” , se prepara para recibir a más de 120 mil visitantes con motivo de la quinta aparición de la Virgen de Guadalupe , “Cuatlatupe la que aplasta la serpiente” en lengua náhuatl, afirmó el párroco Marco Antonio Rodríguez Barrera.
“El Cerrito”
tiene la misma importancia que la Basílica de Guadalupe, “claro allá está el ayate donde quedó plasmada la imagen de la guadalupana, pero aquí está la casa donde nació y creció Juan Diego y el sitio donde el 12 de diciembre de 1531, cerca de las 6 de la mañana, la virgen se le apareció a Juan Bernardino, quien estaba enfermo de peste".
La casa de Cuauhtloatoatzin “el que habla como águila”, como se conoció a Juan Diego , se ubica en lo que hoy se conoce como calzada Guadalupe, a unos metros de la autopista México-Querétaro en Cuautitlán Estado de México.
Los vestigios arqueológicos de la casa y diversos objetos prehispánicos como sellos, vasijas, morteros, forman parte del museo de sitio, realizado por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) , creado en el subsuelo de este sitio, donde también hay restos de una ermita del siglo XVI, un templo colonial del año 1800 y una iglesia moderna que fue concluida este siglo.
De la casa de Juan Diego , aún subsiste la habitación donde su tío Juan Bernardino estaba postrado en un petate, sitio sagrado para los católicos, que ubican el lugar como donde se registró la quinta aparición de la Guadalupana; muros de un taller de alfarería, una alacena y restos de un horno o temazcal.
Esta semana se espera la visita de más de 120 mil peregrinos procedentes de municipios mexiquenses y de otras entidades, que a su paso al Tepeyac visitan la casa de Juan Diego, indígena de Cuautitlán que fue canonizado por el Papa Juan Pablo II el 31 de julio de 2002, por lo que desde entonces se le conoce como San Juan Diego, quien en 1531 caminaba más de 20 kilómetros hasta Tlatelolco, donde iba a vender sus mercancías.
La casa de Juan Diego fue explorada por primera vez del 14 de octubre de 1963 al 14 de enero de 1967 por el arqueólogo Luis García Remus del INAH, por gestión de los sacerdotes Lauro López Beltrán, Pedro Jiménez y por Alberto Fragoso, quien fue el cronista de Cuautitlán.
En el sitio se encontraron ofrendas prehispánicas, con objetos rituales, vasijas, entre ellos una copa para tomar “octli” o pulque utensilios de cocina, collares y pulseras, que se encuentran bajo custodia del INAH y del museo de sitio, cuyo acceso es gratuito.
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