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Este jueves, no sólo fue asesinado un académico que en años anteriores impartió cátedra en la UAM, UNAM y en el Claustro de Sor Juana. El doctor Francisco Alfieri Huitrón Snell, de 57 años, era uno de los vecinos de la calle José María Vertiz, colonia Del Valle, más conocidos y queridos.
Murió en esa misma calle, en una cafetería con el número 1211 que no tenía más de dos meses de haber sido inaugurada. Eran las 19:45 horas cuando cinco hombres entraron a Proyecto Gourmet y amenazaron a sus comensales con armas de fuego para quitarles todas sus pertenencias. En menos de un minuto, se levantó de su asiento y aventó su celular, y después caminó hacia la entrada. En ese momento le dispararon. Las primeras versiones indicaban que se asustó; que se resistió al asalto y que incluso peleó con uno de los bandidos. De acuerdo con una comensal, todo pasó muy rápido.
Del celular se sabe que una de las mujeres que se encontrara en el lugar, y que conocía al doctor, lo agarró y se dirigió a una cafetería en la esquina de Vertiz y Pilares, a 100 metros de la escena del crimen. En ese negocio, como en otras cafeterías de la avenida, era reconocido. Ahí le dijo al encargado, Irving, que minutos antes ocurrió un asalto y que al hombre le habían disparado. Por eso, tomó su celular para comunicarse con algún familiar. Irving buscó en el teléfono un contacto y halló el nombre de “hija”. Así fue como se comunicaron con Gabriela, su hijastra. El doctor vivía solo en un departamento, con su perrita. Ahí también tenía un consultorio en el que recibía pacientes para terapias. Esbeidi, una joven que trabajaba en una de las cafeterías cercanas cuenta: “Algo muy característico de él es que salía, veía el edificio y empezaba a observar. Recordamos mucho que se ponía las manos atrás y miraba a su alrededor”. Después entraba y saludaba a los encargados. A ella le decía Esbe. Al MP llegaron sus ex pacientes y amistades. Francisco fue velado este viernes y el sábado sus restos fueron cremados.