En seis años como funcionario del gobierno capitalino, Julio César Serna —detenido y procesado por la fiscalía local por el delito de enriquecimiento ilícito—, forjó un patrimonio de 15 propiedades en zonas exclusivas.
De ellas, en tres, ubicadas en las alcaldías de Álvaro Obregón y Cuajimalpa, autoridades analizan aplicar la extinción de dominio, pues la indagatoria apunta a que fueron compradas con dinero del erario.
De acuerdo con los avances de la investigación, agentes encargados del caso lograron detectar casas, departamentos y predios comprados, a través de terceros, por el exdirector de la Central de Abasto y exjefe de gabinete del exmandatario de gobierno Miguel Ángel Mancera. Dieron a conocer que los precios por los que se adquirieron fueron más bajos que lo tasado a nivel comercial y están a nombre de su esposa, hijos y prestanombres.
Es una zona exclusiva con calles cerradas, mucha vigilancia e incluso, es visitada los fines de semana por capitalinos que aprovechan la tranquilidad de las calles empedradas para caminar, hacer ejercicio, pasear a sus mascotas o tomarse fotografías teniendo de fondo las casas de estilo colonial de todo el lugar.
Este domicilio de 580 metros cuadrados, consta en la carpeta de investigación, fue comprado en un valor estimado en 6 millones 332 mil 175 pesos, un precio por debajo de lo establecido en el mercado inmobiliario en el mismo sector, donde las casas oscilan entre 10 y 15 millones de pesos, tomando en cuenta las mismas dimensiones.
El otro inmueble que está bajo la lupa es el departamento 401, dentro del condominio Ámsterdam B —subconjunto condominal Ámsterdam— que se encuentra sobre la avenida Santa Fe número 482, en dicha colonia del mismo nombre, en la alcaldía de Cuajimalpa. Fue comprado en 4 millones 129 mil 356 pesos y ahora está valuado en 8 millones de pesos, según los reportes de la investigación.
Estas tres edificaciones están a nombre de la esposa de Serna, a quien según los agentes, se le investiga para ver si tuvo participación en la maquinaria utilizada por los funcionarios que presuntamente lideró Julio César Serna, para obtener dinero del erario, desfalco que se estima en mil millones de pesos, y por participar como prestanombres para la adquisición de predios, departamentos y negocios, así como para abrir cuentas bancarias en paraísos fiscales, por lo que las indagatorias para deslindar responsabilidades continúan.
Según la investigación, las tres propiedades —que no fueron declaradas ante autoridades por el exservidor, como informó la fiscalía capitalina— superan los 16 millones de pesos. La incongruencia de sus ingresos y bienes fue señalada por la fiscalía.
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