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A las 19:00 horas decenas de trabajadores del Gobierno capitalino salieron por la misma puerta del Centro Deportivo Xochimilco por la que ingresaron una hora antes para llevar a cabo el Encuentro Participativo en el que se darían a conocer detalles de la Utopía que planean construir en el lugar, el cual fue cancelado sin poder decir una sola palabra en torno al proyecto.
“¡Fuera!, ¡fuera! ¡vendidos! ¡acarreados!”, gritaban los opositores, mientras el personal era custodiado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y había dos ambulancias listas para intervenir.
“Perdieron la oportunidad de que nosotros les explicáramos de qué va el proyecto, pero no nos dejaron hablar. Gracias”, dijo una trabajadora del Gobierno central, quien era rodeada por los vecinos que alegaron que estaban a favor de la construcción de una Utopía, pero no en el Centro Deportivo Xochimilco y menos con un ecocidio de por medio.
Esta Utopía contempla la construcción de un hospital y la demolición de uno de los campos de beisbol, así como de otras canchas de futbol existentes.
En el estadio Valentín González, donde tuvo lugar el Encuentro Participativo, los opositores a la Utopía exigían que para tener "voz y voto" era necesario mostrar su identificación oficial, para comprobar que eran habitantes de Xochimilco y evitar la presencia de acarreados.
Del otro lado, quienes se mostraron a favor se tomaban fotografías levantando cuatro dedos de la mano y diciendo Cuarta Transformación.
A casi una hora de los gritos que se perdían entre sí y no a la Utopía, un señor con un cordón en el cuello que decía Gobierno de México les dijo: “lo único que quiero saber es a cuántos de ustedes les dan pensión, entonces, cállense y dejen escuchar”.
Esa frase fue suficiente para que los opositores se levantaran de su asiento y encararan al hombre, así como a los trabajadores del Gobierno capitalino, a quienes cada vez se les acercaban más, por lo que decidieron retirarse del lugar.
