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La ausencia de Ángelo Cerda Ponce, quien por 18 años fue responsable de la Coordinación General de Servicios Parlamentarios, puso ayer en jaque a los diputados del Congreso de la Ciudad.

Por la mañana, el responsable de apoyar a la Mesa Directiva en el desahogo de las sesiones, y en todo lo que se refiere a dar trámite a los documentos que sean tratados por el pleno, presentó su renuncia al cargo, como lo adelantó la presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Ernestina Godoy, hace varios días.

El problema es que al presidente de la Mesa Directiva, José de Jesús Martín del Campo, se le salió de control la sesión: no sabía cómo dirigir el trabajo parlamentario y hasta se equivocó al tomarle la protesta a la nueva coordinadora de Servicios Parlamentarios, Carina Piceno, a quien confundió con la Oficial Mayor.

Fue una sesión peculiar, hubo despedida con aplausos y reconocimientos al futuro subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, quien pidió licencia como diputado local.

También hubo faltas de respeto, por lo menos así lo consideró la morenista Godoy Ramos.

Y es que el diputado Martín del Campo le dijo al coordinador parlamentario del PRD, Jorge Gaviño, que tenía un estilo digno, no de parlamentario, “animador de fiestas”; la contestación vino de inmediato: “Presidente, animador de fiestas podría ser usted”.

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