Tras casi siete meses de retraso, el Gobierno de la CDMX entregó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) la planta solar fotovoltaica que constituyó en la Central de Abasto (CEDA) en Iztapalapa.
“Hoy estamos aquí, entregando a la Comisión Federal de Electricidad, la planta fotovoltaica más grande del mundo, instalada en el techo de un mercado público, lo cual nos da mucho gusto. Con eso cumplimos otro de los puntos, de los 100 puntos que nos comprometimos a cumplir en estos siguientes 100 días a partir del 31 de enero”, señaló el jefe de Gobierno, Martí Batres.
Desde la CEDA, el mandatario destacó que esta planta solar requirió una inversión de 600 millones de pesos, la cual permitirá generar hasta 25 gigawatts hora anuales, es decir, que permitirá producir la energía eléctrica equivalente a la que requieren 10 mil hogares de la Ciudad de México.
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“Esto nos ubica en un tema de dos responsabilidades muy importantes: una, la de la transición energética a energías limpias, a las llamadas energías limpias; y dos, algo muy importante, la soberanía energética de México, que eso debe ser motivo de gran preocupación, no solo es una cuestión de nacionalismo, que también lo es y con mucho orgullo, sino que también es una cuestión de viabilidad del proyecto de México para las siguientes generaciones”, aseveró.
Al respecto, Manuel Bartlett Díaz, explicó que esta obra se pone en marcha con un “objetivo social y tecnológico extraordinario” y que dará energía eléctrica barata a los comerciantes de la Central de Abasto.
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