El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, encabezó la ceremonia de entrega de los trabajos de restauración del Santuario Diocesano de la Asunción de María de la alcaldía Milpa Alta, dañado por el sismo de 2017.
En compañía del alcalde de Milpa Alta, Víctor Manuel Vanegas Tapia y el padre del templo, Sergio Jorge García Llanos, el Jefe de Gobierno recordó que la iglesia tiene una antigüedad de 416 años y de forma reciente fue declarado Santuario, de ahí el gran significado que tiene para las festividades de Milpa Alta, feligreses y de zonas vecinas.
Milpa Alta, agregó, ha defendido la religiosidad, “el fervor creyente, el fervor religioso, y las festividades en las parroquias, lugares importantes para el pueblo”, son puntos de referencia de identidad.
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Destacó que en las parroquias, iglesias, templos, se ejercen los derechos religiosos de la mayoría del pueblo mexicano, pero, también, son parte del patrimonio cultural, “a nosotros como gobierno eso nos interesa, no podríamos decir es cosa de la parroquia, que los feligreses lo arreglen”.
Afirmó que el sismo de 2017 dejó una cicatriz profunda en los corazones de los habitantes de esta demarcación del sur de la Ciudad de México, porque además de la pérdida de vidas humanas se dañaron monumentos históricos y culturales.
“Nos dolió verlo en las condiciones en que quedó, la gente lloró, porque somos un pueblo con festividades, celebraciones, usos costumbres y una profunda identidad y matiz religioso”.
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“El pueblo de Milpa Alta está profundamente agradecido por los trabajos que se emprendieron por parte de las autoridades y del Instituto de Antropología e Historia”, afirmó.
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