“Son caras, pero funcionales”, coincidieron usuarios de las tres autopistas de cuota en la Ciudad de México, en las cuales en los últimos 14 años ha subido más de 100% el costo por utilizarlas, pero son una opción para evitar los baches y circular más rápido.
El aumento tarifario está permitido cada año y se da conforme a la inflación, indican los títulos de concesión. Para aplicarse, debe recibir el visto bueno de las autoridades capitalinas.
EL UNIVERSAL acudió a la Supervía Poniente y recabó testimonios de automovilistas que utilizan esta alternativa vial.
Destacaron la calidad de infraestructura, sin baches, a diferencia de las vialidades primarias y secundarias de la capital.
Carolina Mendoza aseguró que el servicio es “caro, aunque funcional”, ya que la rapidez en su tránsito es el beneficio del pago.
“La verdad yo las percibo bien. Son superútiles porque la verdad son muy rápidas. Pero a lo mejor un poquito caras. Sí, creo que sí conviene la inversión”, remarcó.
Josué Vázquez consideró que están bien por el pavimento: “Como no son tan viejas, ahora sí que están manejables”.
“El costo, pues también ahora no lo siento tan elevado, aunque sí ha subido. A veces son funcionales en cuestión del tiempo, quizás te ahorras minutos, pero son valiosos”, añadió el conductor.
Luis Sánchez subrayó que los beneficios directos son en la infraestructura: “Están bien cuidadas, o sea no hay baches como normalmente se ve. Son caras y por ahora sí estoy dispuesto a pagar”.
De acuerdo con información obtenida por EL UNIVERSAL vía transparencia, la Secretaría de Administración y Finanzas capitalina dio a conocer sobre los ajustes tarifarios por kilómetro, de 2011 a 2025, que se han aplicado a las autopistas urbanas Sur y Norte, y la vía rápida Los Poetas, conocida como Supervía Poniente.
En el caso de la Autopista Urbana Norte, que cuenta con 9.8 kilómetros de recorrido, en horario pico, tuvo un costo de 2.90 pesos el kilómetro en 2011; sin embargo, en 2025 es de 12.26 pesos.
Esta vía tiene su entrada y salida en el tramo sur: Viaducto Bicentenario, Toreo, Conscripto, Ejército Nacional, Palmas y Virreyes y Alencastre. En el norte: San Antonio, Observatorio, Constituyentes, Reforma y Ejército Nacional.
La Autopista Urbana Sur, que conecta San Jerónimo con la salida a Cuernavaca, registró en 2011 el precio por kilómetro de 1.80 pesos, hoy es de 3.30 pesos.
En el caso de la Supervía Poniente, el precio en 2011 era de 28 pesos el tramo adicional, este 2025 es de 71 pesos. La vialidad une dos puntos estratégicos de la Ciudad de México: Santa Fe y el Anillo Periférico, en su cruce con Luis Cabrera.
En entrevista con este diario, el académico de la FES Acatlán, de la UNAM, Jorge Feregrino, resaltó que año con año irán en incremento el costo de estas vías, y en algún momento puede llegar a ser incosteable para los usuarios.
“Va a ser contraproducente seguir subiendo los precios debido a que no tienen esos rendimientos que ellos esperaban. Eso es de alguna manera algo muy complicado, porque en la medida que no logran cubrir sus costos o el rendimiento que tenían esperado, pues de alguna manera van a seguir elevando los costos y menos gente la va a usar”, indicó.
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Añadió que no es una opción para todos los bolsillos ni sectores de la población, pues otros automovilistas optan por padecer el tráfico.
“Puede haber mucha gente que siga pagando un precio mayor, pero va a llegar un límite donde ya bastante gente va a dejar de utilizarlo por el costo que conlleva.
“Si tuviera un precio accesible, que regularmente eso sucedería si fuera un bien público, pues sí, sería un impacto importante y para los que tienen coche, obviamente, pero evidentemente lo que mejor funciona es un servicio de transporte público”, concluyó Feregrino. Con información de Johana Robles