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juan.arvizu@eluniversal.com.mx
Toluca, Méx.— El estilo es nuevo en el Segundo Informe del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, y muestra austeridad, que contrasta con las reuniones en que se concentraba el quién es quién de la clase política de los otros tiempos, los del PRI mexiquense hegemónico.
En las elecciones de julio de 2018 casi desaparece el PRI, que un año antes ganó la gubernatura con el tercer Alfredo del Mazo, y este político egresado de Harvard en un momento vio pulverizarse parte de la presencia de su gubernatura en el Congreso de la Unión, en alcaldías y se quedó sin brazo legislativo local.
Hace un año, al Primer Informe de Del Mazo Maza asistió Enrique Peña Nieto, todavía presidente de la República, hoy inasistente a la ceremonia a la que se presentan seis exgobernadores, formados en la disciplina priista que impone unidad de los militantes.
La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, con la representación presidencial, cumple su encomienda cordial con Alfredo del Mazo Maza y con el público en el patio del Palacio de Gobierno, entre quienes se encuentran ocho gobernadores, diputados federales y senadores amigos, así como alcaldes, muchos de Morena.
Se saludan los senadores priistas Miguel Ángel Osorio Chong, Manuel Añorve, Jorge Carlos Ramírez Marín; Manuel Velasco Coello, del PVEM, y los diputados René Juárez Cisneros, Ernesto Nemer Álvarez, Enrique Ochoa Reza y Ana Lilia Herrera, así como la exsecretaria general del PRI Carolina Monroy.
El gobernador presenta resultados y en lo que no dice también hay hechos esenciales, como el agrado de la titular de Gobernación de acompañar al priista; la asistencia de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, discreta, cortés, y es que ambos trabajan en equipo.
Es tiempo de política para Alfredo del Mazo Maza, quien dedica ocho menciones al presidente Andrés Manuel López Obrador; en una de ellas señala el impulso que se dará al Aeropuerto Internacional de Toluca y las obras del Tren Interurbano a la Ciudad de México, que estará terminado en 2022.
Día de señalar prioridades y si bien la primera es la seguridad, esta pesadilla alcanza 18 menciones en el mensaje del gobernador, quien ocupa 23 veces la palabra “mujer”, presente en sus programas sociales, los cuales reporta sin la elocuencia de los tribunos que con sus desplantes suelen emplazar aplausos.
El gobernador tampoco refuerza sus expresiones con ademanes y pronuncia las palabras sin altibajos; casi imperceptible es su sonrisa y su rostro parece sin arrugas ni indicios de lenguaje gestual. Su hablar marca tonos de eficacia.
Lo escuchan ocho colegas gobernadores, cinco de su partido: Héctor Astudillo Flores (Guerrero), Juan Manuel Carreras López (San Luis Potosí), Omar Fayad Meneses (Hidalgo), Marco Antonio Mena Rodríguez (Tlaxcala), Ignacio Peralta Sánchez (Colima) y Quirino Ordaz Coppel (Sinaloa). También está el panista Francisco Domínguez Servién, de Querétaro, y la vecina Sheinbaum Pardo.
Atentos al discurso, los exgobernadores Alfredo Baranda García, Ignacio Pichardo Pagaza, Emilio Chuayffet Chemor, César Camacho Quiroz, Arturo Montiel Rojas y Eruviel Ávila Villegas.
Los obispos católicos en la entidad y otros ministros con autoridad episcopal ocupan espacios cuyo orden queda deshecho al final, cuando la gente va a rodear a Del Mazo Maza, en medio de un remolino humano que le muestra simpatías. Eso queda del besamanos del tiempo de los dinosaurios.
El aplauso más largo y vigoroso es tributo del público, al expresar “un recuerdo especial a mi padre, Alfredo del Mazo González”, quien en sus amigos tuvo a Alfredo Elías Ayub, presente en esta fecha de cambio de modos priistas, pero con el sello de antes.