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“Vinimos a comprar pescado para comer en familia”, dijo Francisco, una de las miles de personas que se dieron cita este Jueves Santo a la Nueva Viga.
Este lugar, localizado en la alcaldía Iztapalapa, es considerado el centro de compra y venta de pescados y mariscos más grande e importante de la Ciudad de México.
Debido a la celebración de Semana Santa, en donde no se acostumbra comer carne roja, sino productos del mar, miles de personas acudieron a este sitio con bolsas y carritos de mandado para adquirir filete, camarón, pulpo, mojarra, huachinango, tilapia, jaiba y demás variedad de productos que se venden por mayoreo y menudeo.
Durante un recorrido de EL UNIVERSAL se constató que hay pescados y mariscos para todos los gustos y bolsillos. Por ejemplo, el salmón se cotizaba alrededor de los 350 pesos por kilo.
Lo anterior despertó la sorpresa de algunas personas. “Está a 350, igual que en Walmart y allá no me roban, mejor vámonos”, comentó José, quien iba acompañado de su esposa y decidió retirarse del lugar debido a la cantidad de personas que había.
“Aquí pura calidad y fresquecito”, afirmó un comerciante, quien señaló que se vende de todo, pero lo más buscado son las mojarras, filetes y camarón.
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En la Nueva Viga el camarón oscila entre los 170 y 210 pesos el kilo, dependiendo el tamaño. En tanto, la mojarra va desde los 130 pesos y el kilo de jaiba se vendía en 160 pesos en promedio. Las tiras de sierra 200 pesitos.
“Hay que fijarse bien en los ojos del pescado antes de comprarlo”, reveló Guillermina, quien señaló que este tip se lo compartió su mamá.
Por momentos era muy complicado caminar el pasillo de este centro de abasto debido al ir y venir de los visitantes locales y extranjeros. Los carritos de mandado y la exhibición de pescados y mariscos dificultaban aún más el paso.
El piso de la Nueva Viga lucía empapado debido al hielo derretido que sirvió para mantener fresco a los mariscos.
“Para capear, freír o empanizar, lleve su filete”, apuntó un comerciante, quien se encontraba precisamente fileteando.
Para contrarrestar un poco las altas temperaturas que se presentaron, algunos visitantes se encontraban con cerveza en mano caminando por este sitio, que a diario, y más en Semana Santa, arranca sus actividades muy, muy temprano.
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También en la Nueva Viga hay marisquerías para que los visitantes puedan degustar de la gran variedad de mariscos que se ofertan. Los precios de los platillos se acomodan a todos los bolsillos, y en uno que otro restaurante hay tocando una marimba, para ambientar y, porque no, para imaginar que uno se encuentra comiendo pescado con una cerveza en mano cerca del mar.
“Todo muy bueno”, alcanzó a decir un comensal, quien disfrutaba de un rico cóctel de camarón y una empanada.
De igual forma, en estos restaurantes se podían adquirir empanadas y filetes de pescado para llevar. Algunas personas compraban 10, 20, o incluso 40 empanadas, las cuales se ofertaban por 20 pesos.
Para las familias pequeñas, como la del que escribe, con cinco empanadas y cinco filetitos fue suficiente.
Llegar a la Nueva Viga luce complicado, hay gran carga vehicular en las vialidades cercanas y los estacionamientos lucen abarrotados, por lo que hay que tener mucha paciencia si se piensa visitar este sitio.
ss/cr