Comerciantes ambulantes que se desbordaron en el Zócalo y sus alrededores durante el plantón de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aún permanecen en la zona.
Se trata de aproximadamente 150 ambulantes que continúan en la Plaza de la Constitución aun después de que el plantón se retirara; sin embargo, se replegaron hacia las orillas, cuando permanecieron al menos una semana en el centro del Zócalo, entre casas de campaña.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se pudo constatar que los comerciantes se encuentran en el circuito de la Plaza de la Constitución y calles como Monte de Piedad, Seminario, Moneda y José María Pino Suárez.
Este diario publicó el 20 de mayo que más de 230 vendedores ambulantes se habían desbordado junto con los trabajadores de la CNTE en la plancha del Zócalo, manifestando su apoyo a la causa; había migrantes, mazahuas, indígenas.
Del lado de la Catedral Metropolitana se concentran la mayoría de los ambulantes, quienes están colocados en doble fila, de espaldas y apenas a unos 30 centímetros de distancia entre sí.
En los puestos laboran artesanos indígenas, así como migrantes cubanos y venezolanos.
Los comerciantes informales ofrecen su mercancía, que va desde suéteres, zapatos, cinturones y ropa supuestamente de marcas como Shein, Disney, Zara y Gucci, la cual está exhibida en estructuras metálicas y en mesas de madera, además de carritos y botes de plástico.
Sobre calles como Seminario, Moneda y José María Pino Suárez, aún en el perímetro del Zócalo, todos los vendedores tienen sus productos colocados en mantas negras de unos dos por dos metros en el piso, las cuales cuentan con cuerdas en las cuatro esquinas.
El presidente de Procentrhico, Alejandro Gazal, explicó que esto lo hacen para envolver su mercancía y levantarla en cuestión de segundos cuando llegan operativos de las autoridades capitalinas.
“Muchos de los que se ponen ahí son toreros, con lo que tienen una lona y en segundos se levantan”, comentó.
Comerciantes confirmaron que trabajan de martes a domingo y únicamente descansan los lunes, además de que el Zócalo “es muy buen lugar para vender, viene gente y sí se mueve”.