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Enfermeras del Hospital General La Raza han sido víctimas de un sujeto, presunto violador serial, quien las intercepta en el cruce peatonal de Circuito Interior hasta las inmediaciones del Centro Médico. Hasta el momento sólo dos personas han denunciado.
La Fiscalía General de Justicia (FGJ) cuenta con dos denuncias de enfermeras, de acuerdo con la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas (Adivac), para recibir apoyo y asesoría para interponer las acusaciones.
Las víctimas fueron agredidas por un mismo sujeto, quien primero las amedrenta para robarles sus pertenencias y cuando las somete las viola.
Laura Martínez Rodríguez, directora y fundadora de Adivac, comentó a EL UNIVERSAL sobre la operación de este presunto violador serial; sin embargo, hasta el momento la única acción frente a los casos ha sido el despliegue de una patrulla de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), justo en el cruce peatonal donde se han registrado las agresiones.
De acuerdo con la asociación, las dos enfermeras contaron que saben de otras compañeras del Hospital General La Raza que han sido víctimas de violación justo en la misma zona, pero que no han querido denunciar.
Esta casa editorial realizó un recorrido para verificar si la patrulla continuaba resguardando la zona en donde las enfermeras han sido agredidas, pero no halló presencia de uniformados.
Este cruce peatonal —que abarca Insurgentes Norte, Circuito Interior y Calzada Vallejo— se caracteriza por estar siempre solo, lo que es propenso para que se comentan innumerables delitos, contaron vecinos de la zona.
Consultada al respecto, una mujer, quien tiene más de 13 años viviendo a unos pasos del puente peatonal, dijo que han presentado cuatro escritos a la alcaldía Gustavo A. Madero para pedir la presencia de la policía y alumbrado, pues por las noches es una zona “altamente peligrosa”.
Este cruce no sólo conecta vialidades, sino también dos alcaldías, Azcapotzalco y Gustavo A. Madero. Durante el recorrido se observó que existen familias viviendo debajo de ese puente.
Ahí se instalaron casas de lámina y, de acuerdo con los vecinos, se dedican al comercio.
Modus operandi
Por los datos que las víctimas han brindado a la Adivac, se sabe que el sujeto se aprovecha de que por las noches no hay iluminación para atacar.
Refirió que las agresiones son operadas bajo un mismo modus operandi replicado por violadores seriales, como interceptar a las víctimas en lugares donde saben que no serán descubiertos, robarles sus pertenencias y cometer el ataque sexual.
El psicólogo David López Islas, quien forma parte de Adivac, dijo que los violadores seriales recurren a atacar a víctimas que transitan en lugares sin cámaras de la ciudad, a oscuras, y en zonas donde hay mayor incidencia delictiva, lo que les otorga facilidades para cometer delitos.
“Las formas de operar [de violadores seriales] son similares, este fenómeno ha sucedido desde hace mucho. Ahora incluso lo vemos en universidades como en la UNAM o el Politécnico, en donde también sucede esto, pero no hay denuncias”, explicó.
Para el doctor en psicopatología forense por el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), Eric García López, la sociedad capitalina es corresponsable de que existan estas agresiones contra la mujer, y que las autoridades deben centrarse en la investigación científica que lleve a la comprensión de la mente humana, para identificar patrones que lleven a un violador serial.
Comentó que la falta de cultura en la sociedad también genera un impacto, así como la conducta social que observamos todos los días en las calles y que en una ciudad en donde confluye mucha población flotante, complica fijar patrones de comportamiento que lleven a la detección de posibles violadores seriales.
La fiscalía ha detenido este año a tres presuntos violadores seriales, con carpetas de investigación acumuladas, y busca a otro que opera en Miguel Hidalgo.
Estas detenciones se suman a cuatro más que se dieron durante 2019 y que operaban en taxis públicos.