Tlalnepantla, Méx.— “Ya no tenemos ni un jitomate, la comida de hoy quizá sea la última porque ya no hay carne ni verduras para seguir guisando” para 240 militares, personal de la Guardia Nacional, policías estatales y de ICA que llegan a los albergues que vecinos y profesoras habilitaron en dos escuelas en la calle Alpino Coyotes, en la zona aledaña al derrumbe de rocas en la colonia Lázaro Cárdenas, en Tlalnepantla.
Desde el viernes, cientos de militares y personal de la Guardia Nacional llegaron a la zona del desastre y en medio de la lluvia dormían en la calle, por eso decidimos abrir las puertas de las escuelas privadas, jardín de niños Summerhill y de la primaria Jak, en la calle Alpino Coyotes, junto con vecinos, para dar atención a quienes vienen a ayudar, dijo Rosario Hernández González, administradora de los colegios.
Los salones, baños y patios de estas dos escuelas se convirtieron en albergue para 240 militares y rescatistas, donde profesoras y vecinas decidieron apoyar cocinando “para ofrecer desayuno, comida y cena para quienes vienen a ayudar a nuestros vecinos.
“Tan sólo el primer día proporcionamos 32 rollos de papel sanitario y seguimos aportando además jabón, cloro e insumos como luz, agua y comida, con el apoyo de vecinos“, declaró Natalia.
“Es una forma de agradecer el apoyo que nos brinda personal del Ejército mexicano y de la Guardia Nacional, por ello incluso los alumnos de estas dos escuelas hicieron dibujos para dar gracias a los soldados por ayudarnos”.
No obstante, quizá la comida de este 14 de septiembre sea “la última que podamos ofrecer porque ya no tenemos ni jitomates”, con los que elaboraron pollo, arroz y calabacitas que hicieron y se acabaron los insumos, lamentó Natalia.
“Como vecinos, podíamos sentarnos a ver pasar lo que sucede, pero sabíamos que tenemos que apoyar y así lo hemos hecho todos los días desde las seis de la mañana hasta las 11 de la noche, en que nos paramos a preparar los desayunos y hasta terminar de dar de cenar”, detalló Jessica Santillán Parra.
Por ello hicieron un llamado a la solidaridad para que otros vecinos aporten alimentos para los grupos de rescatistas que trabajan en la zona del derrumbe.