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Luego de la explosión que se registró en una vecindad en la colonia Morelos, autoridades del Gobierno capitalino aceleran las investigaciones en torno a varios domicilios en la zona que aparentemente son administrados por presuntos integrantes de La Unión Tepito, de quienes, se sabe, los utilizan como bodegas para almacenar drogas y edificios de tortura donde asesinan a sus rivales.
En las inmediaciones de la colonia Morelos, al menos 10 vecindades son propiedad y son operadas por La Unión Tepito. Estos complejos habitacionales —acorde a la indagatoria local y federal— son fachadas para la guarda, conserva y posterior distribución de enervantes que van desde marihuana hasta heroína, mientras que en otras, los agentes de investigación encontraron indicios de que sirven para la tortura y asesinatos de sus enemigos.
De acuerdo con información recabada por los investigadores, hay “detalles” de que algunas de esas vecindades se intentó utilizarlas para la implementación de laboratorios clandestinos que servirían para la fabricación de drogas sintéticas, pero debido a lo insalubre e inseguro, los delincuentes habrían desechado esa posibilidad.
Fuentes policiales refirieron que se indaga si la vecindad donde ocurrió el siniestro se utilizaba como bodega de La Unión, pues el lugar fue inaccesible para las autoridades cuando intentaron ingresar para elaborar un censo y conocer cuántas personas vivían; el número de habitaciones, para qué se utilizaba y, sobre todo, quiénes pernoctaban en ese hogar.
Siempre fueron rechazados por los vecinos con el argumento de que “no querían a la autoridad”.
Incluso ahora y luego del siniestro, tampoco permitieron el libre acceso para llevar a cabo la investigación.
En 2019, en el exterior del inmueble fueron asesinadas cinco personas, entre ellos dos menores, supuestamente por la disputa de la venta de drogas, de acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia capitalina (FGJ-CDMX).