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7 años han pasado del día de la tragedia del Colegio Rébsamen donde murieron 26 personas, entre ellas 19 niños y pareciera que el grito de justicia se va ahogando y perdiendo en el tiempo y la herida, poco a poco va cerrando, pues apenas unas cuatro coronas de flores de colocaron en el memorial.
La mayoría de los padres o familiares no llegaron y los vecinos, poco o nada se acuerdan de la tragedia, “pues ahora no nos avisaron de nada, no supimos si iba ser en el colegio o no, pero ve, no llego nadie. Es triste ver esto así”.
“Pero hay que entender, las ocupaciones, el trabajo los años de terapia y creo que no es sano seguir con ese dolor. A nosotros nos costó años aceptar la desgracia, pero no olvidamos”, comentaron los familiares de la Yesica Laura, una de las niñas que murió ahí.
El memorial luce casi abandonado, vecinos dijeron que solo este día llegó personal de limpieza a “más o menos” barrer y limpiar todo, algunos de los momentos de bronce ya fueron pintarrajeados e incluso, denunciaron que se robaron un colibrí que adornaba una de las enormes esculturas.
El tiempo no perdona y hace olvidar todo, tanto que ahora la fuente y espejo de agua es usado por migrantes, vagos, mugrosos y malvivientes para darse un baño, “ve, eso somos, en eso acabo la memoria de los niños. No hay un solo funcionario importante castigado y ahora, se orina, se cagan o se bañan sobre la memoria de nuestros hijos”, dijeron entre lágrimas.
LL