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Con la gastronomía de la chef Mariana Blanco , los paisajes naturales de Xochimilco y el trabajo agrícola de Arca Tierra , Casa Domecq presentó la variedad de vinos chilenos que trae a nuestro país con la etiqueta de Veramonte, mismos que en esta ocasión fueron maridados a la perfección con platos elaborados a base de vegetales, sin proteína animal.
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Mariana Blanco, chef en Los Loosers
La experiencia para degustar estos vinos comenzó desde el primer momento de abordar la trajinera en la zona de Cuemanco , donde uno de los anfitriones hizo una breve reseña de lo que es Xochimilco y su importancia alimentaria. Tras la llegada a Arca Tierra, se nos llevó a recorrer los huertos de este lugar, donde cada centímetro de tierra da vida a hierbas y vegetales que el día de mañana serán distribuidos entre los mejores restaurantes de la ciudad, y que en esta visita figuraron en cada escena de nuestros platos.
Desde hace 10 años, en Los Loosers los hongos silvestres de México, Japón y Corea están presentes en la mesa. Yo soy un hongo”
-Mariana Blanco, chef y fundadora de Los Loosers.
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Maridajes que sorprenden
Para la degustación de los vinos, Mariana Blanco del restaurante Los Looser, elaboró en la cocina de humo de Arca Tierra, un complicado menú combinación de cocina tradicional oaxaqueña, cocina japonesa y cocina coreana, totalmente hecha con granos y vegetales, que al final resultó una gran mancuerna con los vinos protagonistas que, en su etiqueta destacan el sello de "Vegan".
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En cada tiempo, Mariana explicó cada una de sus creaciones, como la infladita de aguachile de coco, que fue maridada con Sauvignon Blanc; gyosa de pibil en escarabajo con sake, que también fue maridado con Sauvignon Blanc; la albóndiga japonesa en pipián verde con kombu, que fue una excelente combinación con el Carménère.
Albóndiga japonesa en pipián verde con kombu. Maridaje:Carménère, un tinto muy expresivo.
"Para esta comida me inspiré en la cocina tradicional de Oaxaca, enfocada en el mundo de Tlacolula, que está 45 minutos del centro, y toda la cerámica que se utilizó este día es de la mixteca y de Atzompa. Lo que están degustando es una mezcla de Oaxaca, con la cocina tradicional de Japón y de Corea; no hay animales de por medio, trabajo mucho para respetar y honrar a nuestra madre tierra, mi abuela era recolectora de hongos, también por eso mi cocina es a base de hongos”, explicó la chef.
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Por su parte, el sommelier de Casa Domecq, Carlos Parodi, se encargó de destacar los matices y aromas de cada vino, provenientes de los viñedos orgánicos Casablanca (Sauvigno Blanc fresco y floral) y de Colchagua (Merlot de intensidad frutal roja y especias).
- Sauvignon Blanc, proviene de una zona privilegiada de Casablanca a los pies de la cordillera de la costa, donde los viñedos son acariciados por la brisa del Pacifico y el frío matinal de la neblina, es un vino en el que los aromas cítricos de lima y mandarina destacan en nariz, así como algunas notas florales. Es un buen aperitivo y muy fresco. Satisface al gusto maridado con entradas, pescados y ensaladas.
- Carménère, -típica uva de Chile-, cuyos viñedos están ubicados en la zona de Marchigüe, es un un vino de rojo profundo, con notas de frutos rojos, como ciruela y mora, además de romero y pimienta; es excelente compañero de platos fuertes y especiados, carnes rojas y verduras. Su sabor es potente.
- Cabernet Sauvignon, -una de las uvas más plantadas en Chile- del Valle de Colchagua, de los viñedos ubicados en Marchigüe, donde las cepas alcanzan muy buena madurez; es un vino intenso, rico en taninos y de gran cuerpo. En aroma hay presencia de fruta negra madura, con un toque de pimienta negra y suaves notas de especias. Largo en boca. Se recomienda con carnes rojas y verduras.
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