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Ensenada, Baja California.—De acuerdo con datos de Provino Baja California, los siete valles vitivinícolas del estado concentran el 70% de la producción total del vino a nivel nacional, siendo el famoso Valle de Guadalupe la zona que concentra el 50% de la producción.
Es justo esta zona es la más famosa y la responsable de atraer a buena parte del turismo, tanto nacionales como internacionales, a conocer las propuestas que se dan en esta región del país, siendo los blends (la mezcla de distintos varietales) los más populares.
En Menú viajamos hasta el noroeste del país para visitar algunas de las casas más destacadas y sobresalientes de la actual escena vinícola en México, que hoy son reconocidas y que cuentan con interesantes propuestas de caldos, entre tintos, rosados, blancos y espumosos, entre otros.
Hacienda Guadalupe
Con 15 años de existencia, esta vinícola es un proyecto familiar que fue emprendido por el matrimonio de Daniel Sánchez y Gabriela Melchum, quienes acompañados por sus hijas lograron materializar el sueño de tener su propia marca que actualmente comprende un hotel de 16 habitaciones, dos restaurantes y su viñedo.
Actualmente, Hacienda Guadalupe comercializa siete etiquetas propias. “Un vino blanco de Sauvignon Blanc, un rosado de dos uvas de Grenache y Syrah, un blend de tintos que es de Nebbiolo, Tempranillo y Merlot. Y cuatro monovarietales: Tempranillo, Merlot, Cabernet Sauvignon y un Nebbiolo”, comparte el propio Daniel, quien también se desempeña como productor dentro de su hacienda.
Destaca su etiqueta Gigi —nombre que hace referencia a su mascota pomerania, quien también aparece en la botella—, un Sauvignon Blanc de color amarillo que combina sabores florales y frutales, de sabor seco, pero fresco.
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Lomita
La familia Pérez Castro recién celebró sus primeros XV años de existencia como viñedo ensenadense. Para la ocasión, durante la recepción y por tratarse de una ocasión especial se presentó una etiqueta conmemorativa, un Nebbiolo cosecha 2022, que fue uno de los tintos que se sirvieron durante la cena que fue hecha en colaboración entre la chef Sheyla Alvarado y Thalia Barrios de Levadura de Olla, Oaxaca, ambas con distinciones Michelin.
Santo Tomás
Una de las fiestas más emblemáticas durante la temporada de vendimias es la que organiza Santo Tomás, que este 2024 celebró su XXXII edición con su tradicional verbena.
Además de ser buenos anfitriones, también se distinguen por su propuesta a la hora de hacer vinos, como su línea Petillant naturel, que se traduce como naturalmente espumoso, siendo las etiquetas Cantarranas por las que más se les conoce.
Cuentan con dos versiones. La primera es con uva 100% barbera de tono coral y algunos acentos violetas. Destaca sus notas a manzana roja, durazno, toronja y violetas. Su burbuja es suntuosa y la acidez es fresca, ideal para los días de verano.
En contraste, la etiqueta Cantarranas de uva 100% Chenin Blanc es de tono más amarillo inclinado al verde. Su nariz es sutil a frutos blancos y algunos toques cítricos. En boca, su sabor es envolvente y su persistencia es más prolongada.
Torres Alegre
Además de los vinos, el encanto de esta vinícola es ser recibido por su propio anfitrión, el doctor Víctor Torres Alegre, quien junto a sus hijos fundó su propia compañía homónima.
El doctor en enología por la Universitè de Bordeaux, en Francia, es uno de los máximos exponentes y representantes de los vinos en México, que ha dado grandes aportaciones a la industria mundial.
“La mejor calidad de uva que puedes tener está colgada en la vid y eso es a lo que aspiramos, a ese racimo y poderlo transformar, sin manipularlo lo menos posible y poder aprovechar y enaltecer las cualidades de esa uva”, señala el enólogo Leonardo Torres Alegre, hijo del doctor.
Una de las etiquetas más reconocidas dentro de muchas famosas que tienen, está Del Viko blanco—que toma el nombre de uno de los hijos del doctor—, hecha a base de 70% French Colombard y 30% Chenin Blanc. En copa, resalta su color amarillo con toques verdosos, de aroma cítrico a kiwi, piña y otros ejemplares tropicales, de sabor en boca frutal y final sutilmente agridulce.
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Vena Cava
Este etiqueta de vinos forma parte del grupo La Villa del Valle que comprende la vinícola; un hotel boutique; Troika Valle, un restaurante de ingredientes locales; y Baja Botánica, una línea de productos de belleza y cuidado de la piel hecho con productos que se dan dentro de la propiedad.
En temas de propuestas de vinos, Vena Cava es una autoridad en cuanto a caldos orgánicos, es decir, libres de pesticidas y fertilizantes.
“Tenemos un viñedo propio de cinco hectáreas, aunque estamos a la espera de que nos lleguen uvas Sauvignon Blanc, porque somos una vinícola boutique, pequeña, y no todo lo que tenemos en el viñedo es suficiente para la producción que hacemos”, señala Glenda Galarza, gerente de Vena Cava Winery, que ronda las tres mil 500 y cuatro mil botellas anuales.
Debido al tipo de clima mediterráneo que prevale en la región, es que aquí cosechan ocho variedades de uvas: Sauvignon Blanc, Tempranillo, Barbera, Samsó, Mourvèdre, Cabernet sauvignon, Syrah y Zinfandel.
Además, de sus etiquetas orgánicas, de mínima intervención y sin recurrir a las levaduras para su fermentación, sobresale su etiqueta 100% Sauvignon Blanc de aroma frutal, herbal, cítrico y pimienta verde de sabor intenso medio con un retrogusto frutal y acidez refrescante.
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