El caldo de huesos se ha convertido en una receta compartida de generación en generación. Entre sus beneficios, podemos encontrar su efecto antiinflamatorio, ya que ayuda a la destrucción de bacterias y hongos, de acuerdo con la doctora Diane Pérez. Por su parte, la dietista Monica Auslander Moreno afirma que su composición líquida favorece la hidratación, lo cual es importante si se padecen infecciones respiratorias o digestivas.
Sumado a esto, el estudio ‘ Archivos de la enfermedad en la niñez ’ determinó que añadirle vegetales como zanahoria, papa, cebolla o col incrementa la presencia de nutrientes tales como el potasio, el calcio, el magnesio y el hierro.
¿Quieres probar el caldo de huesos ? Aquí te contamos cómo hacerlo.
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Según la coach en Nutrición Funcional, María Montemayor, para preparar un delicioso caldo de huesos necesitarás los siguientes ingredientes:
- 2 kilos de tuétano o médula de res y huesos de los nudillos
- Un kilo de huesos con carne, como costillas
- Media taza de vinagre de sidra de manzana sin pasteurizar
- Cuatro litros de agua filtrada
- Tres tallos de apio cortados por la mitad
- Tres zanahorias cortadas por la mitad
- Tres cebollas en cuartos
- Un puño de perejil fresco
- Sal de mar al gusto
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Preparación
1. Pon los huesos en una olla o una cazuela de barro, agrega el vinagre de sidra de manzana y el agua filtrada. Déjalos en reposo durante una hora para que el vinagre extraiga los minerales. Si es necesario, añade agua hasta que cubra los huesos.
2. Agrega los vegetales y hiérvelos a fuego medio. Retira la espuma de la parte superior del caldo.
3. Baja a fuego lento, tapa la preparación y deja que se cocine de 24 a 72 horas. Si no te sientes segura al mantener la estufa prendida durante la noche, apaga el fuego, enciéndelo por la mañana y pon la olla a hervir a fuego lento, todo el día siguiente.
4. En los últimos diez minutos de cocción, añade el perejil fresco para darle más sabor y aportar minerales.
5. Deja que el caldo se enfríe y cuélalo. Así te aseguras de que todo el tuétano se haya desintegrado en el caldo.
6. Agrega sal de mar al gusto.
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Y listo. Ahora puedes beber el caldo tal como está, almacenarlo en tu refrigerador de cinco a siete días, o bien, guardarlo en tu congelador hasta por seis meses para incorporarlo en otras sopas o guisos.
Recuerda consumirlo dentro de una dieta balanceada.