Las alegrías de amaranto son un dulce típico mexicano que muchas personas consideran , ya que es un cereal similar a la quinoa y el trigo. Sin embargo, pocos conocen su valor nutricional.

Este alimento se integra en diversas preparaciones, aunque con mayor popularidad en postres y panqués. Hoy en Menú te decimos qué tan saludable es comerlo.

Este dulce mexicano se elabora con semillas de amaranto tostado, miel o piloncillo. Foto: Unsplash / Pierre Bamin
Este dulce mexicano se elabora con semillas de amaranto tostado, miel o piloncillo. Foto: Unsplash / Pierre Bamin

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¿Qué son las alegrías de amaranto?

El amaranto es una planta milenaria de Mesoamérica. Se cultiva en México desde hace 7 mil años y fue parte esencial de la dieta de pueblos como los aztecas y mayas. Incluso, se empleaba para decorar tumbas en ceremonias religiosas, debido a su alta resistencia a condiciones climáticas extremas.

Su nombre es "huahtli", que proviene del náhuatl y significa "la partícula más pequeña dadora de vida". Y es que la planta da miles de semillas por espiga, que se usan para hacer harinas, panes, bebidas y .

En este dulce se combina con miel o piloncillo, luego se compacta para darle la forma de una barra y después se le añaden frutos secos, entre ellos, pasas y cacahuates.

  • Dato curioso: los conquistadores españoles llamaron al amaranto como "bledo" y lo despreciaban. De ahí surgió la frase “me importa un bledo”.

¿El amaranto es un superalimento?

El amaranto se considera un superalimento porque contiene más proteína que el trigo, el arroz e incluso la soya.

Según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), supera a la soya en calidad proteica, al igual que muchos lácteos.

Además, es rico en fibra, calcio, hierro, fósforo y vitaminas del complejo B. Por si fuera poco, aporta aminoácidos esenciales como la lisina.

Populares en celebraciones, las alegrías combinan sabor y mucha historia. Foto: Pexels / Vanesa Ayala
Populares en celebraciones, las alegrías combinan sabor y mucha historia. Foto: Pexels / Vanesa Ayala

¿Qué beneficios tiene comer alegrías de amaranto?

Las alegrías son mucho más que un antojo dulce. Según datos de la OMS y de la FAO, aportan energía de larga duración gracias a sus carbohidratos complejos, mientras que su contenido de fibra mejora la digestión.

Al estar endulzadas con miel o piloncillo (no con azúcares refinadas), tienen un menor índice glucémico que otros dulces. Y si se combinan con nueces, arándanos u otras semillas, constituyen un snack completo.

Asimismo, el consumo de permite fortalecer los huesos debido a su contenido de calcio, magnesio y fósforo.

Eso sí, como todo, se deben consumir con moderación porque su azúcar natural podría incrementar los niveles de glucosa, sobre todo, en personas con diabetes.

Desde galletas hasta bebidas, el amaranto se integra en múltiples alimentos. Foto: Pexels / Anya Juárez Tenorio
Desde galletas hasta bebidas, el amaranto se integra en múltiples alimentos. Foto: Pexels / Anya Juárez Tenorio

¿Cómo incorporar el amaranto a la dieta diaria?

No solo en alegrías. El amaranto puede consumirse en atoles, sopas, ensaladas, tortillas, galletas o licuados. Adicional, las hojas tiernas -llamadas quintoniles- se comen como quelites.

Según la doctora Cristina Mapes Sánchez, curadora de la colección etnobotánica del Jardín Botánico de la UNAM, los quintoniles contienen tanta proteína y calcio como las espinacas.

¡Ya lo sabes! Comer alegrías es mucho más que un antojo: es apostar por un alimento mexicano, nutritivo y funcional.

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