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La sandía es una fruta refrescante, ideal para los días calurosos gracias a su sabor dulce y contenido de agua. Aunque suele consumirse por la mañana, existe una creencia en la que se desaconseja comerla durante la cena.
¿Qué hay de cierto en esa idea? En Menú aclaramos uno de los mitos más populares sobre esta fruta.
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¿Se puede comer sandía en la noche?
Se dice que comer sandía por la noche puede ocasionar problemas en el estómago, generando gases, hinchazón e indigestión. También se cree que enfría el cuerpo, daña el hígado o interfiere con el sueño.
Sin embargo, la realidad es otra. Un artículo publicado por la revista UNAM Global, en colaboración con el Museo Universum, asegura que no es peligroso consumirla por la noche, a pesar de que se haya estigmatizado como un alimento “pesado”.
De acuerdo con los expertos, la sandía no genera ningún malestar y, al estar compuesta en un 95% de agua, ayuda a eliminar las sales y toxinas del cuerpo.
¿Es bueno comer fruta en la noche?
Por otra parte, existe un mito general que indica que es "poco saludable" comer fruta en la noche porque “puede aumentar los niveles de azúcar en sangre” o "subir de peso". ¿Es verdad?
Healthline, sitio especializado en nutrición, explica que es cierto que después de comer -cualquier alimento- los niveles de azúcar aumentan mientras el cuerpo descompone la glucosa.
Pero no hay evidencia científica de que suceda con mayor intensidad en la noche. Así que puedes cenar fruta sin preocupaciones.
De igual manera, la Clínica Universidad de Navarra añade que, aunque muchas personas limitan el consumo de fruta por la noche por temor a subir de peso, la realidad es que su consumo ayuda a prevenir la obesidad, debido a su densidad calórica baja.
¿Qué beneficios tiene comer sandía?
Incluir sandía en la dieta diaria no solo permite disfrutar un alimento refrescante y delicioso, sino que puede aportar importantes beneficios a la salud.
En primer lugar, Medical News Today, portal especializado en noticias médicas, afirma que dicha fruta es rica en antioxidantes, fundamentales en el combate de los radicales libres (responsables de enfermedades como el cáncer).
Otra de sus ventajas es el contenido de vitamina C, esencial para la producción de colágeno (proteína que proporciona estructura y elasticidad a la piel). Además, contiene licopeno, nutriente que protege a las células del daño causado por la radiación UV.
Por otra parte, la sandía posee un aminoácido llamado citrulina, que ayuda a incrementar los niveles sanguíneos de L-arginina (otro aminoácido que favorece la síntesis de proteínas y la producción de óxido nítrico).
Dicho compuesto también mejora el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno a los músculos, lo que puede ayudar a reducir el dolor corporal posterior al ejercicio.
Otros beneficios de comer esta fruta son:
- Ayuda a la digestión: Gracias a su alto contenido de agua, facilita el movimiento de los alimentos a través del sistema digestivo. Asimismo, contiene fibra que contribuye a regular el tránsito intestinal.
- Es hidratante: Compuesta en mayor parte por agua, ayuda a prevenir la deshidratación.
- Quema grasa: La citrulina presente en la sandía se metaboliza en arginina. Diversos estudios sugieren que la suplementación con arginina puede reducir significativamente el índice de masa corporal (IMC), la circunferencia de la cintura y la masa grasa.
Recuerda agregar la sandía a tu dieta bajo supervisión médica, ya que las personas con diabetes podrían experimentar un aumento en los niveles de azúcar en sangre.
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