Muchos alimentos que hoy se consideran como “superfoods” son ricos en antinutrientes . Si a esto se le suma que el hecho de que algunas dietas de moda han satanizado importantes alimentos como los lácteos y la carne, se puede ser susceptible a padecer desnutrición y, por tanto, a enfermedades. Por eso es importante consultar un plan de alimentación con un profesional.
Sin embargo, los antinutrientes no son una preocupación importante para la mayoría de las personas, ya que pueden provocar desnutrición únicamente entre aquellos que realizan dietas extremas o personas que basan su alimentación en granos y leguminosas. Es importante señalar que los antinutrientes se consideran una espada de doble filo, pues a la par de resultar benéficos a la salud —como es el caso del fitato o los taninos—también son antioxidantes que previenen algunos tipos de cáncer.
Debes tener en cuenta que los beneficios de las leguminosas, verduras, granos y demás alimentos mencionados, son muy superiores a los efectos negativos de los antinutrientes. Una dieta correcta debe incluir todo tipo de alimentos. La clave para que estos compuestos no afecten la salud, no solo está en la moderación sino también en la forma en que se preparan los alimentos. Afortunadamente, pueden degradarse con algunos métodos simples, como la cocción en agua o al sartén, al remojarlos o, bien, al dejarlos fermentar.
Algunos consejos para evitar los efectos antinutrientes son:
1.
Remoja las leguminosas durante todala noche antes de cocinarlas. Además de facilitar su cocción y mejorar su valor nutrimental, muchos antinutrientes son solubles en agua y se disminuyen fácilmente. También se pueden remojar las verduras de hoja verde para reducir los oxalatos.
2.
Cocina los alimentos. El calor degrada la mayoría de los antinutrientes. 10 minutos de cocción son suficientes para ayudar a degradar los antinutrientes
3.
Alterna el consumo de verduras crudas y verduras cocidas.
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