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Los molletes también pueden ser dulces. Este postre aparenta ser una concha, pero el relleno y la cubierta lo hacen distinto: crema pastelera de coco, pepita de calabaza, azúcar e incluso alcohol son algunos de los ingredientes que los poblanos aseguran hacen especial a este pan, en Menú te contamos más sobre él.
A simple vista un mollete dulce aparenta tener una estructura sencilla, sin embargo su preparación llega a tomar hasta cuatro días. Primero, se debe mezclar: harina de trigo, mantequilla, azúcar, sal, levadura y huevo durante cuatro y ocho horas para lograr la forma redonda del mollete.
Segundo, la parte superior se retira para agregar el relleno, que es una combinación de vainilla, coco rallado, fécula de maíz, jerez o algún tipo de alcohol (opcional) y otros elementos. Tercero, se cubre la incisión con una capa fina de dulce de pepita de calabaza y se echa al horno.
Es necesario saber que estos pasos pueden variar pues no existe una receta oficial, pero por tradición en Puebla son cumplidos. Estado donde el mollete se cocina a partir del tercer domingo de junio en honor al Día del Padre y se mantiene hasta el 12 de agosto o septiembre.
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Las y los cocineros de este pan cuentan que los molletes dulces iniciaron con las monjas franciscanas de la Orden de las Pobres de Santa Clara de Asís, en Italia. Estas mujeres deseaban vender un platillo el Día del Padre y así obtener ganancias para sobrevivir.
La Revista México Desconocido afirma que las familias poblanas acostumbran comer el mollete junto a los Chiles en Nogada para no comer el “chile al desnudo”. La próxima vez que comas chiles busca tu molletes dulce para acompañar.
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