Este mercado con más de 100 años de antigüedad aguarda cerca del Eje Central, una calle que antes fue llamada Niño Perdido. Es tan pequeño que lo puedes recorrer en tan solo 10 minutos. Lo fascinante de este espacio público es que, antes de que fuera mercado, fue pensado para ser el taller de tranvías durante finales siglo XX, por lo que su estructura le dio techos altos y una estructura de acero similar al de la Torre Eiffel.
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Al final se decidieron por un mercado para rendirle un homenaje al presidente Porfirio Díaz por haber participado en la batalla del 5 de mayo de 1862 ganando la batalla de Carboneras, en Puebla.
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Al estar rodeado de oficinas de gobierno, el mercado es un éxito con las comidas corridas que varían entre los 50 y 60 pesos. Recomendamos el puesto tres de doña Irma, una oaxaqueña que desde hace 40 años radica en este mercado preparando comida. Los domingos y lunes el mole negro no debe faltar.
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Nosotros pedimos un menú de sopa de pasta (con muy buen sazón), plato de arroz rojo, guisado de chile relleno con queso en salsa de jitomate, que va servido con frijolitos de la olla. No hay postre, pero sí una jarra personal de agua hecha con fruta del día.
Otra opción son los taquitos dorados de barbacoa con salsa de chile pasilla de Los Pocillos, que puedes acompañar de una taza de consomé con garbanzo y arroz.
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Fecha de inauguración: 2 de abril 1902
Dirección: Plaza 2 de Abril, Colonia Guerrero, alcaldía Cuauhtémoc.
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