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Durante los últimos años se ha debatido sobre si los lácteos son buenos o malos para nuestra salud. Una publicación realizada en Current Gastroenterology Reports informó que alrededor del 65 al 70 por ciento de la población mundial es intolerante a la lactosa, por lo que su consumo se ha desaconsejado poco a poco.
Sin embargo, un estudio recién publicado en el diario BMJ Open Diabetes Research and Care concluyó que consumir dos porciones de lácteos enteros al día disminuye el riesgo de padecer síndrome metabólico , hipertensión y diabetes .
A continuación, te contamos cuáles fueron los nuevos descubrimientos respecto a estos alimentos.
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La investigación señala que los lácteos enteros reducen los factores de riesgo ligados al síndrome metabólico como una elevada circunferencia de cintura, presión arterial alta, triglicéridos elevados y altos niveles de glucosa en la sangre.
Otro indicador de síndrome metabólico es la poca presencia del colesterol HDL (bueno) en la sangre, sin embargo, no se encontraron cambios significativos al respecto.
En cambio, se observó que el consumo conjunto de lácteos enteros y lácteos bajos en grasas incrementa ligeramente la incidencia de síndrome metabólico. A su vez, esta enfermedad está ligada con mayores riesgos cardiovasculares y, por lo tanto, con una mortalidad más alta.
Consumir únicamente lácteos bajos en grasas no tiene ningún efecto en los factores de riesgo de síndrome metabólico.
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Respecto a la hipertensión, tanto los lácteos enteros como los lácteos bajos en grasa redujeron la presencia de este problema. Los investigadores encontraron que consumir cualquiera de estos dos tipos de lácteos es mejor que no consumirlos en absoluto.
En el caso de la diabetes , los lácteos enteros produjeron una disminución en la presencia de esta enfermedad crónica. Por sí solos, los lácteos bajos en grasas no tuvieron este efecto.
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El estudio contó con la participación de 147 mil 812 personas entre los 35 y los 70 años, distribuidas en 664 comunidades de 21 países diferentes: Argentina, Bangladesh, Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, India, Irán, Malasia, Palestina, Pakistán, Filipinas, Polonia, Sudáfrica, Arabia Saudita, Suecia, Tanzania, Turquía, los Emiratos Árabes Unidos y Zimbabue.
A lo largo de nueve años, se registró la ingesta tanto de lácteos enteros como de lácteos bajos en grasas. Ambas modalidades incluyeron leche , yogurt, yogurt bebible, quesos y otros platillos preparados con lácteos. La crema y la mantequilla se registraron aparte debido a que su consumo no es habitual en varios de los países evaluados.
Sin embargo, los investigadores aclaran que estos resultados deben evaluarse en ensayos aleatorios. Por el momento, lo mejor será consumir estos productos de manera moderada.