Desde hace una semana recorro las carreteras de México con un propósito: poner pie en los ocho estados que lideran la producción vitivinícola de nuestro país. Hacía muchos años que deseaba experimentar la “ruta máxima” del vino mexicano, esa que cruza valles y montañas de Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas, Coahuila, Chihuahua y Baja California. Una ruta del vino en México , organizada por Groupe Sylvain, holding dedicado a la producción de barricas y cubas de roble francés de alta gama, se ha ido convirtiendo en una de esas grandes escapadas que cualquier fanático del vino debería hacer una vez en la vida.
Nuestro punto de partida para dicha ruta del vino en México, fue Querétaro, de Ezequiel Montes a Colón , para descubrir Vinaltura, Cavas Donato, Bodegas De Cote y Finca Sala Vivé by Freixenet. Aquí, dos vinos cautivaron mi atención; primero, el Pinot Noir que Lluis Raventós, gerente general de Finca Sala Vivé, logró confeccionar después de una decena de intentos y que pronto llegará a botella; segundo, el monovarietal de Cabernet Sauvignon que Ignacio Calderón, director de De Cote, vislumbró correctamente y que hoy confirma el potencial de la cepa en la zona. ¡Sí!, Querétaro aún tiene mucho que enseñarnos.
¿Siguiente parada? Dolores Hidalgo, Guanajuato.
Junto a Juan Manchón y Ricardo Vega pudimos probar las barricas de Cuna de Tierra, la referencia más notable del estado. Verdaderamente sorprendente es la incorporación de cepas como Caladoc y Marselan a la propuesta enológica de Juan, enfocada hasta ahora en la producción de ensambles y vinos varietales de Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc, Syrah, Malbec, Nebbiolo y Semillon. Sin lugar a duda, Cuna de Tierra ha entrado en una interesante madurez productiva, sin mencionar su indiscutible liderazgo regional. En Guanajuato también visitamos Tres Raíces, vinícola comandada por la enóloga Alejandra Cordero. Alguna vez le dije que Tres Raíces se convertiría en una de las mayores referencias del Bajío; el futuro de este proyecto va consolidándose poco a poco, para muestra sus expresivos y balanceados monovarietales de Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah…
Hacia el norte, siguiendo la ruta: San Luis Potosí.
Aquí tuvimos la fortuna de recorrer las instalaciones de Vinícola Pozo de Luna junto a Marlen Salazar, su jefa de producción. Varias veces le he contado de su Sauvignon Blanc, sin embargo, debo decir que se vienen interesantes sorpresas en blancos; créame, la próxima referencia en la zona será Viognier, esa que sólo podía surgir de la mano del Dr. Joaquín Madero.
La siguiente parada fue Aguascaliente
s, hogar de Vinícola Santa Elena y Bodegas Origen. Después de una larga sesión de cata junto al equipo de Pablo Alonso, director de ambos proyectos, me atrevo a decir que la Merlot será la cepa aguascalentense por descubrir en los próximos años. En Santa Elena, esta uva deriva en vinos de gran expresión aromática, elegantes, estructurados y amplios, con excelente frutalidad e inigualable acidez. ¡Seguimos la ruta!
$651
Mercado de Vinos
CUNA DE TIERRA PAGO DE VEGA
Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Syrah
Zona de producción:
Dolores Hidalgo, Guanajuato
Vista:
rojo profundo, limpio y denso
Nariz:
intensos aromas de frutos rojos maduros, de cerezas y ciruelas rojas con un fondo de tierra húmeda, musgo y especias cálidas
Boca:
estructurado y elegante, con taninos finos, acidez vibrante y alcohol en perfecto balance. Largo final frutal y especiado