Cada 22 de agosto se conmemora el Día Mundial de la Leche Vegetal y con ello, además del día a día, surgen muchas preguntas respecto a este maravilloso sustituto de la leche común.
Hoy en Menú te contamos todo lo que hay que saber sobre la leche vegetal.
¿La leche vegetal es leche?
Propiamente hablando, y de acuerdo con la definición ofrecida en Harvard Nutrition Source, la leche es el líquido producido por las glándulas de las mamarias de los mamíferos; por lo que la leche vegetal no es biológicamente leche.
Sin embargo, The University of Adelaide, define a la leche, según la botánica, como un líquido o savia, generalmente de color blanquecino, contenido en algunas plantas. Además, existen registros de bebidas hechas a base de plantas denominadas como leche que datan del siglo VIII.

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Aunado a ello, actualmente, el término “leche vegetal” refiere a los sustitutos de la leche animal en términos de apariencia y valor nutrimental. Así que depende de a quién le preguntes, pero la leche vegetal existe como tal desde hace siglos.
¿Cuántos tipos de leche vegetal existen?
Dado que la leche vegetal, y sus variantes modernas, son un sustituto de los productos de origen animal, su contenido nutrimental tiende variar según el tipo que se consuma.
La U.S. Food & Drug Administrartion reconoce cuatro variantes principales de las que derivan todos los tipos de leche vegetal que encuentras en el supermercado:
- De grano: avena, quinoa, arroz.
- De legumbres: guisantes, soja.
- De nueces: almendra, nuez de la india, coco, nuez de macadamia, cacahuate, pistache, avellana.
- De semillas: linaza, cáñamo, sésamo.

Como podrás ver, hay muchísimas opciones de entre las cuales elegir cuando se trata de leche vegetal. Y cada una tiene sus propios nutrientes.
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¿Cuál es la mejor leche vegetal?
Lo que sucede con la leche vegetal es que, al existir tantas opciones, los nutrientes varían demasiado. Por ejemplo: mientras que la leche de avena destaca por su contenido de vitaminas A y D, la leche de coco supone un mayor aporte de calcio.

Sin embargo, esto no significa que debas elegir entre una u otra. Una de las más grandes ventajas del consumo de leche vegetal, además de sus implicaciones ambientales, es que puedes combinar tantas opciones como quieras.
Incluso puedes crear tu propia fórmula para asegurarte de que su aporte nutrimental se ajusto a tus necesidades específicas. ¿No es fascinante?
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