Cada vino merece su propio cristal. Si estás interesado en conocer a fondo los perfiles sensoriales de estos, busca tener en casa estas características para dichos contenedores, te serán muy útiles en tu vida profesional.
Tinto de guarda
Copa de globo amplio, para que pueda abrir fácilmente el vino sin necesidad de rotarlo demasiado.
Temperatura: 16 a 18 °C
Rosados y naranjas
Una copa alargada y con amplitud en el medio que vuelva a cerrar en la boca y así permita una correcta oxigenación además de disfrute de sus aromas.
Temperatura: 8 a 10 °C en rosados y 12 a 14 °C en naranjas
Leer también: Primera vez en México: la Guía Michelin otorga estrellas a estos restaurantes
Tinto joven
Copas con cáliz medio y boca angosta, de forma que tenga espacio para liberar aromas y luego concentrarlos para que abran los aromas.
Temperatura: 14 a 16 °C
Espumosos
Usar una copa de blanco joven o, en su defecto, una que haga lucir la burbuja pero tenga amplitud para liberación de aromas. ¡Olvidemos las copas flauta muy angostas!
Temperatura: 6 a 8 °C
Leer también: Gaby Ruiz: nueva carta entre café, desayunos y antojitos mexicanos
Blanco con barrica
Receptáculo amplio que permita a los aromas irse liberando poco a poco. Boca ligeramente más reducida para captación de esos aromas delicados.
Temperatura: 10 a 12 °C
Blanco sin barrica
Copas con ligera amplitud en el cáliz y una boca ligeramente más estrecha, para dirigir fácilmente su fragancia.
Temperatura: 8 a 10 °C
Leer también: Cinco vinos para descubrir la otra Italia
Las copas de cristal adecuadas, permiten apreciar mejor las características organolépticas del vino: aspecto, aroma y potenciar su sabor. De aquí la importancia de elegir y estudiar las correctas.
Recibe todos los viernes Hello Weekend, nuestro newsletter con lo último en gastronomía, viajes, tecnología, autos, moda y belleza. Suscríbete aquí: https://www.eluniversal.com.mx/newsletters