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Las vacaciones y los días de descanso están por terminar, así que la mejor opción para evitar que el primer domingo del año sea un #DomingoDeBajón, te compartimos la receta de este clásico postre francés.
Esta tarta de manzanas tiene su origen en Francia, se trata de una preparación que nació a partir de un descuido, según cuenta la popular leyenda.
Al interior del Hotel Tatin, las hermanas Stéphanie y Caroline Tatin, quienes estaban a cargo del lugar, cocinaron algunas manzanas olvidándolas en el horno, por lo que para evitar desperdiciarlas, tuvieron la grandiosa idea de colocar masa sobre ellas, y hornearlas hasta que esta estuviera cocida.
Foto: Pixabay
El postre se popularizó rápidamente, convirtiéndose en un clásico de la repostería francesa que se replica en todo el mundo.
La sencillez de la tarta la hace un final espectacular para cualquier comida o un postre para pasar una tarde de invierno junto con una taza de café.
Foto: Pexels
Ingredientes
4 manzanas grandes (gala o granny smith)
⅔ de taza de azúcar
⅓ de taza de agua
4 cucharadas de mantequilla
200 gramos de pasta hojaldre (puedes comprarla en el súpermercado)
1 molde redondo para horno o sartén apta para horno
Procedimiento
Pelar las manzanas, cortar en cuartos y remover las semillas.
En una sartén, colocar el azúcar y agua, llevar a fuego medio y calentar hasta formar un caramelo dorado.
Cuando comience a tornarse color ámbar, añadir la mantequilla y remover hasta que se integre.
Añadir las manzanas y mezclar hasta cubrirlas con el caramelo, bajar el fuego al mínimo y remover hasta que las manzanas estén parcialmente cocidas y el caramelo se haya hecho más líquido.
Estirar la masa hojaldre sobre una superficie ligeramente enharinada. Estirar hasta un centímetro de grosor y cortar un círculo que cubra el molde.
Verter el caramelo al molde y distribuir las manzanas para que cubran el fondo del molde.
Cubrir las manzanas con la pasta hojaldre y con ayuda de una espátula, empujar los bordes hacia abajo para cubrir por completo las manzanas.
Hornear a 180º durante 30 minutos o hasta que la masa esté dorada.
Retirar del horno, dejar enfriar por completo. Voltear el molde sobre un plato para sacar la tarta.
Se recomienda servir con helado.
