Las cifras de obesidad en México , lejos de ser alentadoras, son alarmantes. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016 (ENSANUT), 36.6% de adolescentes y 72.5% de los adultos padecen obesidad o sobrepeso.
Lo alarmante es que, además del incremento en estas cifras, también hay un aumento en la población. L a Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que, para 2050, la población ascenderá a nueve billones de personas, y la producción alimentaria no será suficiente debido a que está en riesgo por factores como el calentamiento global, el incremento en la demanda y los desastres naturales.
“El sistema agroalimentario actual es ineficiente , no sostenible y fragmentado. Se necesita un sistema alimentario sostenible que provea alimentación nutritiva sin poner en riesgo los recursos naturales”, explica la doctora Juliana Castro, especialista en sistemas alimentarios .
A esa problemática se suma que
, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Sin dañar el planeta
“Hay muchos alimentos, pero hay mucha hambre en el mundo . En 2017, 900 millones de personas no tenían alimento. Si una cuarta parte de los desperdicios alimenticios se rescatara, se erradicaría el hambre ”, asegura Castro, quien considera que una posible solución a esta problemática es “reorientar las dietas para reducir el consumo de alimentos de origen animal, ya que éstos requieren mayor cantidad de recursos naturales y generan CO2”.
Algunas empresas de la industria alimenticia han comenzado a tomar cartas en el asunto. Una de ellas es Unilever, dueña de marcas como Knorr, Lipton, Hellmans o Maizena, la cual lanzó una estrategia de nutrición sustentable , con la que busca promover una alimentación sana y benéfica para las personas y el planeta.
“Desde 2007 se aplica este modelo en todos los países del mundo. Este año iniciamos esa estrategia en México y 93% de la fruta y 97% de la verdura que ocupamos ya proviene de fuentes sustentables”, señala Laura Bonilla, directora de Asuntos Corporativos de dicha compañía.
Aunque la intención de las empresas se reconoce, aún falta un largo camino por recorrer: mayor educación en temas de salud y alimentación , y que el gremio científico trabaje de la mano con empresas en este tema, sugiere Carlos Jiménez, maestro en Ciencias de la Salud por el Instituto Politécnico Nacional (IPN).