En septiembre de 2020, cuando el mundo enfrentaba una de sus mayores crisis, Gran Café Victoria abrió sus puertas como un refugio gastronómico en medio de la incertidumbre. Ubicado en la Ciudad de México, este espacio no sólo ofrece una cocina excepcional, sino también una experiencia que envuelve a los visitantes en un abrazo de calidez y sabor. “Queríamos darles a nuestros clientes un poco de certidumbre y ese apapacho que tanto necesitaban en un momento tan complicado”, comenta el fundador.
De la pandemia a la consolidación
Abrir un restaurante en plena pandemia fue un acto de valentía. “El riesgo era enorme. Sabíamos que podíamos cerrar en cualquier momento, pero también teníamos claro que, si ofrecíamos algo especial, podríamos generar confianza”, explica el propietario. Desde el primer día, el café destacó por su atención a los protocolos de seguridad y un enfoque en el bienestar de los clientes. “Éramos un lugar nuevo, con más espacio entre las mesas y un cuidado extremo en el servicio. Eso hizo que los clientes se sintieran seguros y volvieran”.
Los primeros meses no estuvieron exentos de retos. Con constantes cambios en los aforos y restricciones, el equipo de Gran Café Victoria demostró su capacidad de adaptación. “Nos mantuvimos firmes. Aprendimos del entorno y nos comprometimos a estar disponibles para quienes nos eligieran”, recuerda el fundador. A finales de 2022, cuando las restricciones comenzaron a relajarse, el café experimentó un crecimiento notable en su base de clientes.
Leer también: Con apapachos y rebeldía, Gran Café Victoria cumple su primer año
Cocina con alma y tradición
Uno de los aspectos más distintivos de Gran Café Victoria es su menú, que combina sabores tradicionales con un toque de modernidad. Muchos de los platillos tienen un trasfondo personal y emotivo. “Gran parte de nuestra propuesta gastronómica está inspirada en mi familia. Por ejemplo, las Gorditas Josefina son un homenaje a mi abuela. No son exactamente un platillo que ella preparaba, pero creo que las habría hecho si tuviera los ingredientes a su disposición”, explica.
Otro platillo destacado son los Huevos Ana, una versión personalizada de huevos rancheros inspirados en las recetas de su madre. Además, el menú incluye bebidas
con nombres significativos, como los cafés “Nicolás” y “Mauricio”, dedicados a sus hijos.
La pasión por el producto local también se refleja en su selección de cafés y vinos. “Todo lo que servimos es mexicano. Trabajamos con productores locales para ofrecer cafées de Veracruz, Puebla y Chiapas, así como vinos de San Miguel de Allende y el Valle de Guadalupe”, comenta el fundador. Esta selección no solo garantiza la calidad, sino también apoya a pequeños productores del país.
Leer también: ¿Qué tan justo y local es comprar en los mercados?
Más que un café
Gran Café Victoria es un lugar versátil que se adapta a las necesidades de sus clientes. Desde desayunos hasta cenas, pasando por eventos especiales y coctelería, el café ofrece opciones para todos. “Nuestro objetivo es ser un espacio para todos: desde alguien que busca trabajar mientras toma un café hasta familias completas que celebran un cumpleaños”, afirma.
La experiencia también incluye elementos como música en vivo y colaboraciones con DJs locales para crear un ambiente festivo. Además, su panadería artesanal se ha convertido en un favorito entre los clientes. “Hacemos nuestro pan fresco todos los días, desde conchas y roles de canela hasta opciones exclusivas como nuestra dona de maple con tocino”, agrega.
Mirando al futuro
Con cuatro años de éxito, Gran Café Victoria tiene grandes planes para el futuro. “En 2025, abriremos dos nuevas sucursales en la Ciudad de México. Nuestro objetivo es mantener la misma calidad y calidez en todas nuestras ubicaciones”, anuncia el fundador. Además, han ampliado su oferta con servicios de catering para eventos privados, llevando la experiencia del café directamente a los hogares de sus clientes.
“Queremos que cada cliente sienta el apapacho de Gran Café Victoria, sin importar si nos visita aquí o si llevamos nuestra cocina a su casa”, concluye.
Gran Café Victoria invita a todos a disfrutar de sus sabores, historias y calidez. Ya sea para un desayuno tardío, una comida en familia o una noche de cocteles, este espacio promete ser mucho más que un simple café.