Al visitar el sur de España es imposible no sentirse maravillado con el paisaje, la arquitectura, al acento andaluz y, sobre todo, la comida. Ahí está la fiesta brava, el jamón ibérico, los pasos dobles que se escuchan a la distancia y una tierra donde el sol se siente como si se estuviera en casa.
Aracena
es el lugar que los Chesterton eligieron para asentarse, después de haberlo conocido por primera vez hace varias décadas. También forma parte de los denominados “pueblos blancos” , los cuales se encuentran por toda Andalucía y son famosos porque sus habitantes pintan con cal las fachadas, adornándolas con macetas de vivos colores para formar un espectáculo visual que se complementa por los colores del cielo, y el marrón y el verde de los bosques de la Dehesa . Esta localidad también es importante en el mapa gastronómico porque ahí se concentra la experiencia y cría del cerdo ibérico para la elaboración del jamón Cinco Jotas .
La Dehesa es un agrosistema único creado por el humano que ocupa el 17 por ciento del territorio y, sin el cual, no puede entenderse Andalucía . Se trata de un bosque que tiene grandes regiones de pastizales creadas por el hombre donde abundan árboles vitales para la economía de la región como la encina, el roble, alcornoque, quejigo y coscoja (productores de bellotas). Al final de su vida, el cerdo se alimenta casi exclusivamente de ellas y recorre grandes distancias para encontrarlas, logrando que la grasa se infiltre en la carne y logrando un sabor particular del jamón ibérico , un producto que forma parte de la vida económica y productiva de Aracena .
A las afueras del pueblo está la Finca Buenvino , hogar de los Chesterton , una parada que por más de tres décadas, ha sido el lugar que da la bienvenida a visitantes que buscan adentrarse en el estilo vida andaluza . Se trata de un bed & breakfast, pero aquí los huéspedes pueden aprender a cultivar el corcho de los alcornoques, a cosechar frutas y vegetales orgánicos, recolectar castañas y hasta criar cerdos ibéricos para conocer la matanza y el aprovechamiento total del animal. Además, la finca es famosa por su cocina, pues se sirven cenas bajo las estrellas con una combinación de gastronomía inglesa y andaluza .
La matriarca, Jeannie Chesterton , también ofrece clases de cocina en la que su máxima es aprovechamiento del ingrediente de temporada. Sus recetas —que ya han sido editadas en un libro—, van desde los camarones marroquís y recetas con cerdo ibérico hasta un suflé de naranjas amargas. Una estancia en esta finca es, sin duda, una experiencia de inmersión en la escena andaluza . La hospitalidad de los Chesterton te hará gozar con mucho jamón ibérico y vino. Estar ahí es regresar a un lugar familiar y, sitios como este, quedan pocos en el mundo.
Más información: fincabuenvino.com
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