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La cúrcuma, esa especia a la que se le dan muchos usos en la cocina, goza de nutrientes que actúan sobre diferentes áreas del cuerpo. Por ejemplo, es una excelente alternativa para reducir la inflamación estomacal, fortalece el sistema inmune y regula el colesterol.
Pero lo que no muchas personas saben es que también tiene un papel importante en la salud cerebral. ¿Qué efecto tiene sobre este órgano? Te explicamos el potencial beneficio que se ha encontrado en un estudio reciente en la prevención de enfermedades neurodegenerativas.
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¿Cómo actúa la cúrcuma en el cerebro?
La cúrcuma es rica en antioxidantes, nutrientes que previenen el daño generado por el estrés oxidativo. A medida que envejecemos, sufrimos y deterioro cognitivo que conduce al desarrollo de enfermedades de la memoria, como la demencia. Pues un estudio de la revista Stem Cell Research & Therapy ha encontrado en la cúrcuma un compuesto que puede prevenir este problema.
Se trata de la turmerona aromática, compuesto bioactivo cuyos efectos son positivos para la salud cerebral. En este estudio se analizó su impacto sobre las células madre endógenas neutras (NSC); los investigadores encontraron que dicho compuesto de la cúrcuma puede aumentar la proliferación en un 80% las NSC.
Pero ¿por qué es importante esto? Pues las NSC son diferentes al resto de células que tenemos en el cuerpo cuando somos adultos. De manera natural se encuentran en el cerebro y sirven para mantener la homeostasis del sistema nervioso, reparar tejidos dañados y promover la neuroplasticidad. Entre mayor sea su presencia, más se pueden prevenir enfermedades relacionadas con la salud cerebral.
El estudio concluye en que la turmerona aromática podría ser un fármaco para el tratamiento de trastornos neurológicos, como los accidentes cerebrovasculares, la demencia o la enfermedad de Alzheimer.
¿Cómo consumir cúrcuma para la memoria?
Aunque aún faltan realizar estudios sobre la relación de la turmerona aromática con la salud cerebral, dicha especia es ampliamente recomendada para combatir el estrés oxidativo. Con el paso del tiempo, podemos experimentar un desequilibrio en la producción de átomos, iones o moléculas, un proceso completamente normal en el organismo, pero que termina por dañar a los lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.
Así, la ingesta de antioxidantes se convierte en una primera línea de acción para restaurar su producción y prevenir las enfermedades neurodegenerativas, indica Cuauhtémoc Sandoval Salazar en un artículo del Departamento de Enfermería y Obstetricia de la Universidad de Guanajuato. Por suerte, la cúrcuma es fuente y esta es la mejor manera en que puedes consumirla:
Ingredientes:
- 1 cda. de cúrcuma en polvo.
- 250 ml de agua.
- 1 cda. de miel.
- 1/2 cda. de pimienta molida.
Procedimiento:
- En un recipiente, mezcla el polvo de cúrcuma con el agua y la pimienta molida.
- Lleva la mezcla a un pocillo y déjala hervir por 5 minutos.
- Agrega el toque de miel que, junto con la pimienta molida, agregará un toque de sabor a tu infusión.
- Revuelve y consume la infusión caliente.
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