A Comala se le conoce como el "Pueblo Blanco de América" por sus fachadas blancas. Situado al pie del volcán de Colima, este Pueblo Mágico se convirtió en fuente de inspiración para Juan Rulfo, quien en su novela Pedro Páramo capturó la esencia de un México fantasmagórico, violento y profundo.
Aún si el Comala de la novela no es similar al de la realidad, sus calles empedradas, las tejas rojas y el cielo despejado, permite a locales y turistas sentirse en la adaptación de Pedro Páramo en Netflix, que ha reavivado la curiosidad por este destino literario, turístico y gastronómico. Es por esta razón que, además de ser el escenario de una de las obras maestras de Juan Rulfo, también tiene lo mejor de la gastronomía de la región. Aquí en Menú te contamos algunos de los platillos típicos.
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Sopitos
Los sopitos son pequeños antojitos tradicionales. Se preparan con pequeñas tortillas de maíz fritas y llevan una base de carne molida de res, para acompañar, se les pone lechuga o col finamente picada, rábanos en cuadritos, cebolla y queso rallado. Una rebanada de jitomate fresco y salsa picante al gusto, crema y queso rallado. El sabor de los sopitos evoca el ambiente cálido de las cocinas caseras colimenses, siendo una excelente entrada para comenzar a explorar los sabores de Comala.
Tatemado
El tatemado es un platillo emblemático de Colima, y en Comala se prepara con el respeto a las tradiciones ancestrales. Este guiso de carne de cerdo es cocido a fuego lento en una mezcla de chile seco, especias y vinagre, resultando en un sabor profundamente ahumado y lleno de matices. Es servido acompañado de arroz y tortillas recién hechas. El tatemado es una muestra del carácter rústico de la cocina de la región.
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Ponche de Comala
Comala también sirve bebidas importantes, como el famoso ponche artesanal el cual tiene más de un siglo de historia. Esta bebida tradicional es una mezcla que puede prepararse con agua o leche, a la que se añaden frutas o granos y se le da un toque de alcohol puro de caña. El ponche de Comala no solo es una bebida reconfortante, sino que también representa la cultura y las tradiciones de su tierra de origen.
Café de Comala
En esta región, el cultivo de café se realiza en las faldas del volcán, lo que le confiere a los granos un sabor distintivo. Con un toque ahumado y una nota de acidez equilibrada, el café de Comala se ha ganado el reconocimiento a nivel nacional. Puedes visitar pequeñas cafeterías locales para degustar una taza recién preparada y llevarte una bolsa como recuerdo de este rincón de México.
Pan de Comala
Para el postre, se suele incluir el tradicional pan, donde los picones y las conchas son los favoritos de muchos. Comala posee una tradición panadera que se remonta a siglos atrás, cuando los europeos compartieron este oficio con los lugareños.
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Comala va más allá de los paisajes y sabores; es una inmersión en el universo de Pedro Páramo. Para los visitantes, recorrer sus calles es como adentrarse en la atmósfera descrita por Rulfo: un mundo de almas y susurros en el que la realidad y la ficción se entremezclan. Desde el tatemado hasta el ponche, cada platillo es una ventana a la identidad colimense y una invitación a explorar el lado más auténtico de México.
*Con información de Eme Media