Los camarones frescos son fuente rica en proteínas, minerales esenciales (como el zinc y el selenio) y ácidos grasos Omega-3, por lo que su presencia en la dieta es una elección saludable.
Sin embargo, al tratarse de un alimento perecedero, conservarlos de manera adecuada es fundamental para mantener su sabor y frescura. Hoy en Menú te compartimos las claves para alargar su vida útil.
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¿Por qué es importante conservar los camarones?
La correcta conservación de los camarones no solo garantiza la calidad del producto, sino que previene infecciones alimentarias causadas por bacterias. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura advierte que una cadena de frío interrumpida o una refrigeración inadecuada pueden derivar en intoxicaciones graves.
Además, la calidad de algunos tipos de camarón resulta comprometida cuando se somete a múltiples ciclos de congelación y descongelación, afectando negativamente su perfil lipídico y aumentando la pérdida de agua al cocinarlos.

¿Cuánto duran los camarones frescos?
De acuerdo con el portal del Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria, los camarones frescos deben mantenerse refrigerados a una temperatura de 4 °C o menos y consumirse dentro de un plazo de 1 a 2 días tras su compra.
Sin la refrigeración inmediata, las bacterias pueden desarrollarse rápidamente en este alimento, generando cambios en su textura, olor y sabor que indican una evidente descomposición.
Y según el Centro Nacional para la Preservación de Alimentos en el Hogar, cuando los camarones frescos se congelan a -18 °C o menos pueden durar de 3 a 6 meses, siempre que el proceso de congelación sea rápido y sin interrupciones para evitar la formación de cristales de hielo.

¿Cómo conservar los camarones frescos?
Para mantener los camarones frescos en condiciones seguras, se recomienda:
- Refrigerarlos inmediatamente tras la compra en un recipiente hermético con hielo o en la parte más fría del refrigerador.
- No dejarlos a temperatura ambiente por más de 1 hora.
- Congelarlos si no se van a consumir en el plazo de 24 a 48 horas, de preferencia en bolsas con el menor contenido de aire posible.
- Evitar recongelar camarones que ya han sido descongelados, ya que esto afecta su textura y eleva el riesgo de contaminación cruzada.

¿Cómo identificar camarones frescos?
Finalmente, el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo destaca que un camarón fresco debe presentar las siguientes características:
- Color translúcido o gris claro (si es crudo) y sin manchas oscuras.
- Olor suave, marino; nunca a amoníaco.
- Textura firme y húmeda, sin sentirse pegajosa.
- Caparazón intacto, sin decoloraciones ni lodo adherido.
La vida útil de los camarones frescos es limitada, por lo que identificar estas señales y conservarlos correctamente te ayudará a aprovecharlos mejor en la cocina.
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