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Los ayocotes son una variedad de frijol de gran tamaño, para aquellos que no los hayan probado, su sabor es bastante diferente al de los frijoles negros y suelen prepararse con hojas de laurel, cebolla y harina.
Sus colores son una fiesta visual, ya que van desde el morado al café, pasando por tonalidades rojizas y pintas, aunque de acuerdo con el Diccionario Enciclopédico de Gastronomía Mexicana, casi todos adquieren un tono café obscuro al cocerse.
Y como suele suceder con la mayoría de los platillos , las formas de comer y preparar los ayocotes varía según la región.
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Al respecto, el diccionario agrega que en “Xochimilco y Milpa Alta el mole se sirve con ayocotes y en ocasiones sin carne”, por su parte, en Chiapas la flor de ayocote se aprovecha guisándola en caldillo de jitomate y puede ser sazonada con cebolla y chile Simojovel.
( Foto: Flickr)
Por su consistencia y gran sabor, no es de sorprenderse que la versión de los tamales de ayocote también haya surgido a lo largo del tiempo. Lo cual se debe a que ésta preparación de origen prehispánico se ha arraigado de manera particularmente fuerte en diversas zonas de la república mexicana.
En este sentido, El pequeño Larousse Gastronomique en español afirma que en México los tamales suelen elaborarse con manteca de cerdo, se pueden rellenar con alguna salsa y acompañarse con diversos rellenos, siendo en esta ocasión los ayocotes los encargados de darles ese plus en sabor.
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Para que compruebes cuánto sabor tienen estos deliciosos tamales , en Menú te compartimos esta receta publicada en la Revista del Consumidor.
Ingredientes:
- ½ kilogramo de masa de nixtamal
- 1 kilogramo de ayocotes cocidos con tequesquite y molidos con una pizca de anís
- 250 gramos de manteca de cerdo
- 1 cucharada de polvo para hornear
- 1 cucharada de sal de mesa
- Hojas para tamal
( Foto: Pixabay)
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Procedimiento
1. Integra la mitad de la manteca a los ayocotes molidos y reserva.
2. Amasa el nixtamal con el resto de la manteca , sal y polvo para hornear, y una vez que todo se haya mezclado extiende tu masa hasta que adquiera un centímetro de grosor aproximadamente.
3. Ahora unta la mezcla de ayocotes que previamente reservaste en el nixtamal extendido y enróllalo todo.
4. Posteriormente, corta con tu mano la medida de los tamales . Se recomienda que esta no sea superior a la masa que un puño pueda albergar, esto para agilizar el tiempo de cocción.
5. Envuelve tus tamales en las hojas y ponlos a cocer en una vaporera durante una hora. No olvides colocar un trapo encima de los tamales antes de cerrar la vaporera. Ello concentrará mejor el calor y favorecerá la cocción. Y listo, sabrás que tus tamales están listos cuando no cueste trabajo despegarlos de las hojas.
