Cuando se piensa en pizza , lo primero que se viene a la mente es pepperoni o hawaiana, y generalmente en su versión de comida rápida. Pero al pasar de los años, la pizza napolitana ha ganado terreno en el gusto de los “mexiqueños” –le juro que la palabra existe–. La prueba son lugares como Ardente, Pizzas Félix o Belfiore –ahora Bellaria–, donde uno puede disfrutar una rebanada de masa, salsa y condimentos como si fuese Julia Roberts en Eat, Pray, Love.
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Y como los buenos locales de pizza nunca sobrarán en la ciudad, en el rincón más apacible de la Cuauhtémoc abrió un espacio donde la masa se fermenta de forma natural, se cuece a 450° y la calidad de sus ingredientes es notable; tres elementos que le designan la etiqueta de “auténticamente napolitana” a este popular platillo. Su nombre: M amma Ricotta , bautizo que se traduce en un guiño a la cocina italiana tradicionalmente femenina, así como énfasis en el famoso producto lácteo italiano –nosotros le llamamos requesón –.
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Aquí se habla español, pero se cocina en italiano. Para muestra su pizzaiolo, quien lleva 17 años perfeccionando el segundo platillo más popular del mundo según Taste Atlas de 2019. Pero adentrémonos en el apartado líquido, pues encuentras vermouths, coctelería clásica italiana como el aperol spritz o el amaro soda, y negronis en distintas versiones. Yo pedí un negroni imperfetto con bitter de cáscara de cacao y hoja de higo, vermouth y ginebra, y funcionó como mi aperitivo perfecto –aunque se vació rápido–.
El menú goza de una personalidad tradicional con uno que otro antojo. El vitello tonnato: láminas de res con salsa “tonnata” –de atún– o el arancine: –pronúnciese aranchini– bolitas de risotto rellenas de salsa boloñesa y mozzarella empanizadas y fritas, se mezcla con hummus de coliflor o la popular ensalada de betabel con queso de cabra. Nosotros optamos por las sardinas en salsa verde de perejil del Piamonte, escoltadas con un vino blanco de la casa; sabrosas, pero prescindibles.
“La pizza no debe de tener tamaños, es individual”, me dijo alguna vez un cocinero italiano. Éramos dos, así que pedimos un dueto: tomate con láminas de ajo y provolone ahumado, que sabe tan bien como se lee, y una segunda que tomó por asalto mi corazón confeccionada por mortadella y ricotta, pesto de pistache y ralladura de limón amarillo –suspira–. Si llegas al postre, la especialidad llega en forma de fondant de chocolate, traducido a pizza fritta en versión dulce rellena de chocolate amargo y pistache.
Solo aquí encuentras pizza fritta: una invención de las mujeres de Nápoles al final de la Segunda Guerra Mundial.
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A Mamma Ricotta se le debe considerar entre las mejores pizzas de la ciudad, se lo dice una amante empedernida de este platillo. Y no se deje engañar querido lector, también amo la pizza de queso del Costco y una que otra no tan “refinada”.
Mamma Ricotta
Dirección:
Pl. Melchor Ocampo 30, Col. Cuauhtémoc.
Horario:
mar-sáb 16-23 hrs., dom 14-19 hrs.
Cheque promedio:
$650
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