Su sabor es agradable y nadie se resiste a él, sin embargo, el azúcar refinada forma parte, junto con la sal, las harinas y los lácteos, del grupo de los cuatro venenos blancos más característicos de la alimentación.
“Dentro del cuerpo no tienen ninguna función, solamente de almacenaje e intoxicación, además generan una adicción”, explica Marimar Guerra, médico especialista en medicina genómica.
Dicha adicción fue comprobada por la Universidad Tecnológica de Queensland , en Australia. De acuerdo con la investigación, “el consumo a largo plazo de azúcar puede causar una reducción en los niveles de dopamina, un neurotransmisor encargado de la expresión de emociones, en una forma similar a lo que provoca la cocaína”, describe el documento que fue publicado en la revista Plus One, en abril de 2016.
De ahí que “las personas necesitan consumir niveles más altos de azúcar con el fin de alcanzar los mismos niveles de recompensa y evitar estados leves de depresión”, citaba el documento. Además de que una persona intoxicada es aquella que no duerme, no tiene fuerza, se siente cansada, padece infecciones en las vías urinarias, no puede bajar de peso y no rinde.
“El paciente que consume de manera regular azúcares refinados está condenado a padecer enfermedades crónico degenerativas y las tres principales causas de muerte en México pertenecen a este tipo: obesidad, hipertensión y diabetes”, señala la especialista.
¡Bye, azúcar!
Darle un respiro a nuestro organismo sería un gran regalo a corto y largo plazo. Hacerlo a través de un detox es sencillo y con grandes beneficios.
La inversión es de 21 días corridos por año, en los que se sugiere eliminar por completo estos venenos (léase los productos empaquetados), más el alcohol.
“Los tres primeros días es probable que el paciente sienta ansiedad, dolor de cabeza, sudoración, cansancio y una necesidad de querer consumir azúcar”, explica sobre los síntomas naturales de este proceso de limpieza interna. Sin embargo, está permitido consumir frutas que tengan un índice glucémico bajo, como manzana, piña o toronja para quitar la ansiedad. También, se puede emplear la stevia natural.
Entre los beneficios, está la pérdida de peso, rendimiento intelectual y mejora del estado de ánimo. Una vez concluído este periodo, se puede emplear una dieta balanceada y se sugiere incluir detox mensuales de uno dos días con base en jugos. “Cuando dejas de masticar, haces un tránsito intestinal rápido y permite que se limpie el intestino. Un día de ayuno sin masticar es excelente”, concluye.