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Uno de los elementos imprescindibles en la gastronomía mexicana, sin duda, es el picante . Lo incluimos en prácticamente todo, desde salsas y guisos hasta dulces. Si amas su sabor buenas noticias, su consumo es bueno para la salud .
Muchos tienen la creencia de que el picante solo es un irritante que causa daños al sistema digestivo y no ofrece mayores nutrientes, pero se equivocan, con moderación puede tener efectos positivos.
Celebra la gastronomía mexicana y goza la próxima vez que te enchiles con la siguiente información.
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¿Por qué nos pica la comida?
El picante , más que un sabor, es una sensación que se percibe a través de los nociceptores (terminaciones nerviosas receptoras del dolor) cuando ingerimos un alimento rico en compuestos químicos, entre los que destacan la capsaicina , la piperina o la allicina, presentes en alimentos como los chiles , explica Mapfre.
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Cuando un alimento estimula el receptor de la capsaicina , se envían señales al cerebro que se traducen en la sensación de quemazón y picor en la mucosa oral. Esa sensación puede no ser la más agradable, pero al mismo tiempo se produce un aumento en la producción de endorfinas, moléculas responsables de la sensación de bienestar.
Como curiosidad te compartimos que la SHU (Scoville Heat Units o número de unidades Scoville) es una escala estándar para valorar el grado de picor de un alimento . Y con base en ello se descubrió que, mientras en países como México toleramos chiles de hasta 20.000 SHU, los europeos sufren ardores con alimentos de 5.000 SHU.
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Beneficios de comer picante
Si bien, como en todo, la moderación es la clave, puedes estar tranquilo al disfrutar de tu salsa favorita o de ese platillo picante que tanto te gusta, pues verás beneficios en tu salud , entre ellos:
- Estimula las secreciones gástricas, por lo que ayudar a favorecer la digestión .
- Es antibacteriano y antiséptico por lo que puede ayudar a prevenir enfermedades respiratorias.
- Ejerce una acción antiinflamatoria a nivel arterial y activa la circulación, por lo que es bueno para tratar la hipertensión arterial.
- Es un analgésico natural . Su acción calmante del dolor se debe a que “engaña” al sistema nervioso central actuando sobre los receptores del dolor, incluso se usa en tratamientos para artritis reumatoide o neuralgias.
- Es un activador del metabolismo energético, los nutriólogos recomiendan el picante, en cantidades moderadas, en dietas para perder peso. De hecho, el Instituto Mexicano del Seguro Social menciona que el consumo de chile aporta un alto valor de vitamina A y C y que también tiene efectos positivos en la microbiota intestinal, asociada al sobrepeso y obesidad.
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- Un estudio realizado por la revista del Colegio Americano de Cardiología concluyó que aquellos que consumen alimentos con chile al menos cuatro veces a la semana presentan una tendencia menor a padecer enfermedades cardiovasculares , reduciendo en hasta 40% la probabilidad de sufrir un infarto.
- La comida picante contribuye a mantener los niveles de glucosa saludables debido a que la capsaicina funciona como un regulador natural de los niveles de azúcar en la sangre, evitando los abruptos incrementos conocidos como “subida de azúcar”.
No obstante, cabe aclarar que todos estos beneficios se obtienen si se consume con moderación y de origen natural, además, los efectos varían de acuerdo al tipo de picante y la persona.
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Contraindicaciones de comer picante
Antes de que te emociones y le pongas mucha salsa a tus tacos debes saber que el picante también tiene contraindicaciones .
No es un mito que el picante causa irritación en el estómago. Su consumo en exceso puede perjudicar la mucosa del tracto gastrointestinal propiciando náuseas, vómitos, dolor abdominal, úlceras, diarreas y hemorroides, incluso en personas sanas. Además, algunos estudios relacionan el abuso a largo plazo de la capsaicina con el cáncer de estómago.
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Si sufres de úlcera gastroduodenal, gastritis, síndrome de intestino irritable, reflujo gastroesofágico, hemorroides o problemas hepáticos, lo mejor es que no abuses del picante . Tampoco se recomienda en menores de 6 años, mujeres embarazadas o en período de lactancia.
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