¿Y en mezcales ...? Es la pregunta que recibí después de enlistarle mi selección de vinos buenos, bonitos y baratos para la cuesta de enero . La respuesta, mi querido lector, es mucho más compleja.
Hace algunas semanas leí un post de una amiga mezcalera, quien lanzaba una crítica muy bien fundamentada sobre el alto precio en el que actualmente se ofertan muchos mezcales. Es cierto, hay ejemplares que valen su peso en oro y que bien merecen romper el cochinito, algunas veces hasta vender el alma a una institución bancaria para disfrutar de sus aromas y sabores . Sí, también es cierto que hay muchísimos más en los que el precio se justifica solo a través de imágenes coloridas, garigoleadas botellas de corte europeo e historias fabricadas en torno a su origen, manufactura, estilo.
Para responder a la pregunta planteada apuntaré a seis mezcales artesanales que ofrecen una muy buena relación precio-calidad por menos de 500 pesos . Ojo, aquí no encontrará “espejitos”, sino destilados accesibles con gran expresión aromática y gustativa. Buenos y baratos… de agave .
Empezaré citando a Mezcal Entrecampos , un espadín joven producido en Santiago Matatlán, Oaxaca . Cocción en horno cónico de tierra, molienda en tahona, fermentación natural en tinas de madera y doble destilación en alambique de cobre dan como resultado un mezcal artesanal con carácter ahumado, textura suave y profundos matices de fruta y agave cocido. El precio es una chulada:
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Otro ejemplar que merece mención es Santa Pedrera . Destilado en San Agustín Amatengo, Oaxaca , este espadín joven con 46° de volumen alcohólico ofrece aromas de humo, tierra y agave cocido; en boca es potente, explosivo y amable, con amargor bien delicado y alcohol en perfecto balance. Precio:
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De Tamaulipas , fascinante y poco divulgada tierra mezcalera , hay que apuntar a Mezcal El Tinieblo . Creación de Baltazar Cruz, uno de los grandes maestros mezcaleros de Oaxaca, El Tinieblo joven se destila a partir de tres agaves: Salmiana (cimarrón o verde), Americana (sierrudo o arroqueño) y Angustifolia (espadín). El resultado es un espirituoso con fascinantes notas de carbón de pino, piedras húmedas y hierbas aromáticas, con gran potencia y ligero picor en boca. ¿Su precio?
en tiendas de la CDMX.
Vayamos ahora a un clásico: Montelobos Joven . Ícono de Santiago Matatlán , se trata de un espadín orgánico de elaboración artesanal repleto de matices cítricos, hierba verde, humo, cacao tostado, chile, caramelo… Cada botella ronda los
; ahora que, si quiere y puede , también está el Tobalá Puebla de Montelobos, elaborado con agaves 100 por ciento de cultivo.
Concluiré citando a Mezcal Creyente . Este particular ejemplar resulta de la unión de agaves espadín procedentes de Tlacolula y Yautepec , algo así como un ensamble de terruños. En nariz predominan las frutas, hierbas verdes y carbón de mezquite; en boca reúne matices de agave cocido, humo y un toque amargo bien placentero.
—Carlos Borboa es periodista gastronómico, sommelier certificado y juez internacional de vinos y destilados.
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