Washington.— El Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) es conocido por hacer entregas pese a cualquier condición climática, pero se enfrenta a una nueva adversidad: el presidente Donald Trump.
En la carrera a las elecciones del 3 de noviembre, en las que se espera que millones emitan sus votos por correo debido al coronavirus, Trump se opone a darle más dinero a la agencia con problemas de liquidez, incluso cuando cambios internos han causado retrasos generalizados en la entrega de cartas y paquetes.
“Necesitan ese dinero para que la oficina de correos funcione, de modo que se puedan llevar todos estos millones y millones de boletas electorales”, dijo Trump el jueves a Fox News, ya que afirma que la votación por correo es propensa al fraude. Agregó, “pero si no lo obtienen... eso significa que no se puede tener una votación universal por correo”.
Una votación por correo generalizada sería una “catástrofe”, añadió el sábado, un afirmación rechazada por expertos y las principales figuras demócratas.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi; el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y otros pidieron ayer que el Director General de Correos, Louis DeJoy, designado recientemente por Trump, comparezca el 24 de agosto en una audiencia urgente ante una comisión de la Cámara Baja.
DeJoy, un donante de la campaña de Trump, “ha actuado como un cómplice en la campaña del presidente para hacer trampa en las elecciones, al lanzar cambios operacionales radicales que degradan los estándares de entrega” en la agencia de correos.
Ante la situación, la Cámara de Representantes interrumpirá esta semana su receso de verano para tomar medidas y proteger el servicio postal.
Según el diario The Washington Post, el servicio postal de Estados Unidos envió cartas a la mayoría de los estados del país para advertir que millones de votos enviados por correo para la elección presidencial pueden no llegar a tiempo para ser contabilizados. Se trata de un golpe para quienes votan por correo. En las primarias de Florida, más de un millón de demócratas sufragaron así.