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Madrid.— Los británicos residentes en España observan con desasosiego el proceso del Brexit, que debería concluir con la salida definitiva de Reino Unido de la Unión Europea (UE). La ruptura entre Londres y Bruselas amenaza con privarlos de las ventajas de las que disfrutan en el país ibérico como ciudadanos comunitarios.
Los británicos se benefician del sistema sanitario español, que es gratuito, y obtienen sin problemas el permiso de residencia que, tras cinco años, se vuelve permanente a fin de que puedan vivir y trabajar en España. La posible pérdida de estos y otros derechos causa preocupación en la colonia británica, pero inquieta especialmente a las decenas de miles de jubilados que residen sobre todo en las zonas costeras de Levante y Andalucía.
“El mayor temor de nuestra comunidad es sin duda la posible pérdida de la sanidad pública, porque la tercera parte de los 300 mil británicos que viven en España son jubilados”, señala a EL UNIVERSAL Anne Fea- therstone, una profesora inglesa que reside en Málaga desde hace casi 20 años.
Algunos están enfermos y otros por su edad tienen que recurrir al médico con mayor frecuencia, con el agravante de que a partir de los 65 años y con una dolencia declarada es casi imposible acceder a un seguro privado que, además, muchos compatriotas no pueden pagar, agrega Featherstone.
“Nos molesta que otros hayan decidido nuestro futuro. El Brexit altera completamente mi vida, porque a mi edad afecta mi acceso a la sanidad pública, mi pensión, mi vida entera aquí donde tengo a mi hija, mi hogar, porque no me planteo regresar a Inglaterra”, narra la británica actualmente jubilada, que impartió clases en la universidad de turismo y marketing. “Nos sentimos totalmente abandonados por nuestro gobierno”, concluye.
Ante la falta de información y la desidia de las autoridades, la profesora universitaria impulsó la creación de Brexpats in Spain (británicos y expatriados), una asociación que agrupa a más de 6 mil miembros destinada a defender los derechos de los ingleses afincados en España, que integran la mayor colonia británica en territorio europeo.
El Brexit afectaría otros derechos de los jubilados británicos instalados en España, porque tendría consecuencias en la exportación de pensiones, el cómputo de las cotizaciones laborales, la incapacidad temporal y las prestaciones por maternidad o desempleo, además de endurecer los requisitos económicos para poder residir en el país ibérico.
“La UE te permite mudarte a otro país, trabajar ahí, y si te cansas de tu trabajo puedes apostar por otro proyecto en cualquiera de los países que integran la comunidad europea. Mucha gente no se dio cuenta de lo fácil que era salir de Gran Bretaña y comenzar una nueva vida en otro lugar”, lamenta por su parte el inglés Philip Quarterman, tecnólogo en aprendizaje. Quarterman regresó a Gran Bretaña tras vivir 10 años en España, donde conoció a su esposa y nacieron sus hijos. Con la salida de Reino Unido de la UE, el régimen jurídico de los británicos que residen en España va a empeorar, aunque su estatus definitivo dependerá de los pactos de reciprocidad a los que lleguen Londres y Madrid. Mientras, los británicos afincados en España sufren el desgaste de la incertidumbre y están convencidos de que su vida será mucho más complicada tras el Brexit.