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pedro.villaycana@eluniversal.com.mx
El Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 9 Norte, ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde desde ayer se encuentra en su ala de máxima seguridad el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, es un penal que está construido para albergar preferentemente a reos considerados de “media y baja peligrosidad”.
Según documentos de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), el Cefereso 9 puede albergar a personas consideradas como de media y baja peligrosidad, a diferencia del Centro Federal de Readaptación Social Número 1 de El Altiplano, donde hasta el viernes estuvo recluido el capo, que es para delincuentes de alta peligrosidad.
Según el documento Capacidad, Sobrepoblación y Población según Fuero, Situación Jurídica y Sexo por Entidad Federativa y Centro Penitenciario, de la CNS, las instalaciones de este penal fronterizo tienen una capacidad para 934 reos, aunque en 2013 tenía una sobrepoblación de 44%.
De acuerdo con el informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humano (CNDH) de 2015, el Cefereso 9 tiene una calificación de 6.63, muy por abajo de El Altiplano, cuyo puntaje es de 7.32 y donde se encontraba preso el narcotraficante.
El organismo detectó que las autoridades del Cefereso tienen dificultades para imponer sanciones disciplinarias, además de que deben reforzar la integración del expediente técnico-jurídico de cada interno, la clasificación entre procesados y sentenciados, así como las actividades laborales y capacitación.
La noche del 14 de marzo de 2014 cinco reos federales brincaron la barda del penal por la torre número 8, utilizando cuerdas y ganchos. Tras una persecución, personal del centro logró la recaptura de tres de ellos.